No se trata aquí, como lo destacaba un famoso autor de la antigüedad clásica, de hacer la referencia pormenorizada de sus trabajos y sus días, sino de aludir a mojones fundamentales con los que va a quedar esculpida su figura.
Es así que debe señalarse en un principalísimo lugar -aunque ello no significa que necesariamente sea el más importante- su actuación como comunicador social, desde los lejanos días en que promovió y propulsó la emisión radial de La Voz informativa de Colon, emitida desde Paysandú, a la posterior fundación de Radio Nuevo Mundo y otros medios audiovisuales, donde en todo momento fijó una clara línea editorial centrada en el desarrollo de Colón y su comarca.
Es precisamente esta última circunstancia, que cabe considerar como un eje profundo de su existencia, el que hizo que se mostrara como animador de un gran número de agrupaciones de la sociedad civil que lo tuvieron como eficaz partícipe, y aun principal protagonista, como son -para mencionar tan solo a algunas- la asociación civil Amigos de Colón, el Rotary Club, el Club la Unión, sin olvidar el lugar que en su momento dejó ocupar a la promoción turística y el proyecto del puente que une a nuestra ciudad con Paysandú, que lo tuvo entre sus impulsores.
Demás está decir, que su interés por las cosas del común lo llevaron a militar en política, donde dio claras muestras de sus convicciones democráticas encolumnándose en las filas del radicalismo, circunstancia que hizo posible recorrer esa carrera de honores de las que hablaban los romanos, y que lo llevó a ser sucesivamente concejal y senador provincial.
Habría que decir que en este campo su satisfacción no fue completa. por cuanto si hubo un objetivo que quedó pendiente fue no haber llegado a ser Intendente de la ciudad que lo vio nacer, y que hubiera no solo tenido la respuesta a una íntima aspiración personal, sino mostrar su capacidad en la gestión pública en un Colon que tanto quiso.
