Presidente municipal, concejal y diputado provincial: esos hitos importantes de su trayectoria resultan insuficientes para describirlo.
Seguramente no le hubiera gustado que se lo calificara como un político de raza, ya que hubiera preferido se le aplicara la designación de militante. Algo que fue sin duda alguna, en la mejor expresión de ese sustantivo, ya que desde el justicialismo donde militó, siempre fue amigo de escuchar todas las voces y respetarlas.
Enemigo de exhibirse, dueño de una capacidad que lo llevaba a moverse silenciosamente en una actividad intensa que explica el sobrenombre como era por muchos conocidos, fue en el ámbito de su acción política lo que alternativamente se lo conoce como tejedor o constructor de puentes.