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Daniel Kolankowsky / Foto Rubén Comán
Daniel Kolankowsky / Foto Rubén Comán
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Daniel Kolankowsky es uno de los adjudicatarios en el denominado Programa Social de Acceso al Terreno y Vivienda destinado a 40 familias de Colón y aprobado por ordenanza 80/2015 en octubre de ese mismo año, a construirse en la zona del ejido. Ayer –en representación de las 40 familias que accedieron por sorteo tras cumplir los requisitos- expuso a diario El Entre Ríos su versión de lo que les ha tocado vivir en estos dos años, luego de que se inscribieran en un plan para acceder a su primera vivienda.

"En 2015 abrieron un registro para un Plan Clase Media; así nos lo vendieron. Inclusive justificaron el hecho de que era para clase media porque ponían requisitos más elevados de los de costumbre; por ejemplo, había que tener un ingreso mínimo de 6 mil pesos y a su vez pagar el terreno de una forma bastante onerosa, ya que si bien lo estábamos obteniendo a un valor más económico, no es diez veces menos como estaban diciendo, ya que lo pagamos 45 mil pesos cuando valía 150 mil pesos; es mucho más barato pero tampoco nos lo regalaron. Se pagaba con una entrega de un poco más de 25 mil pesos y luego cuatro cuotas de algo más de 5 mil, haciendo un total de $45.818,50. Las cuotas se pagaban del 1 al 5 de cada mes. Verbalmente nos dijeron que si una cuota la pagábamos el 6, perdíamos lo que habíamos pagado y el terreno. Entonces, como somos personas con ingresos normales que la mayoría pagamos un alquiler, varios sacamos un crédito, vendimos el auto, empeñamos parte de nuestra vida porque era una inversión para tener nuestra casa. Yo el terreno lo terminé pagando casi 90 mil pesos porque tuve que sacar un crédito que terminé de pagar recién el mes pasado. O sea que lo pagué mucho más de lo que ellos nos lo vendieron".

"Cuando se terminan de abonar las cuotas del terreno, en mayo de 2016, nos convocaron a una reunión y nos dijeron que como cambió el gobierno se suspendió el programa de viviendas que nos iba a financiar, lo cual es cierto, y que las podrían hacer, pero iban modificar la ordenanza que aprobó este plan, ya que decía que no se podría escriturar hasta que esté la vivienda. De esta forma podríamos ser dueños del terreno que habíamos pagado. Nos adelantaron que habría algunas condiciones, como que en dos años tendríamos que construir porque si no nos multaban y nos sacaban el terreno. Nosotros les explicamos que –salvo que se respetase la condición del plan que decía que comenzábamos a pagar una vez que entrábamos a vivir- era imposible para nosotros mientras pagábamos un alquiler pagar una casa; si hubiésemos podido hacer eso, no nos hubiésemos inscripto en el plan".

Acto seguido, según el relato de nuestro entrevistado, desde el municipio les dijeron que se queden tranquilos que les ofrecerían alternativas. "Las alternativas que nos trajeron eran constructores que nos ofrecieron el financiamiento que le ofrecen a cualquier persona; nada que no podríamos haber conseguido nosotros. Lo rechazamos porque no lo podíamos pagar. Nos dijeron que nos olvidemos, porque nadie nos podría hacer las casas".

Entonces, las 40 familias decidieron autoconvocarse. "Golpeamos puertas hasta que logramos dar con IAPV, les entregamos una nota y a los pocos meses –en noviembre de 2016- nos llaman de la municipalidad diciéndonos que IAPV nos haría las casas. Es posible que nuestra gestión no haya tenido nada que ver y haya sido gestión cien por ciento de la diputada Miriam Lambert; pero también es posible que nuestra intervención haya influido. Nos llamaron desde Acción Social, un lunes a primera hora de la tarde y nos citaron para la mañana siguiente en grupos de 10 familias, uno a continuación del otro. Estaba Camanduli (Adolfo), Gastón Villanova, y la gente de vivienda. Allí nos decían que era importantísimo que firmáramos ese día porque el concejo deliberante estaba por cerrar las sesiones del año, que si no lo hacíamos perderíamos un año porque no entraba en presupuesto, y que si no estábamos de acuerdo nos devolvían la plata del terreno, que lógicamente ya tenía más de un año de devaluación. Obviamente firmamos, a pesar de que había cosas que nos hacían ruido en ese convenio del que nos enteramos diez minutos antes. Dijeron que IAPV nos haría las casas y que esto era simplemente una formalidad; nosotros habíamos averiguado que IAPV obliga a ceder los terrenos, pero en el convenio decía que nosotros los cedíamos al Instituto Municipal, no al IAPV. Nos hizo ruido que teníamos que regalar el terreno que habíamos comprado, también que renunciábamos a toda acción legal y que había un programa detallado de qué pasaba si IAPV no nos aprobaba, pero nos dijeron que nos quedemos tranquilos, porque los requisitos eran los mismos. Firmamos y festejamos, porque iba a demorar, pero finalmente tendríamos nuestras casas; entre fines de 2017 y mediados de 2018 estarían las 40 viviendas".

"Pasaron los meses y veíamos que no se avanzaba en nada, siendo que en una reunión que tuvimos con el intendente Rebord nos había dicho que en dos o tres meses se iban a abrir las calles y llegarían las cloacas que están como a quince cuadras. En marzo de este año empezamos a investigar qué pasaba. El intendente nos atendió un par de veces, pero no es quien domina este tema. Miriam Lambert no nos atendía; nunca nos respondió, sino que se manejó a través de los medios de comunicación. Esta es la forma que ella decidió, por eso le vamos a responder a través de los medios", aseguró.

Continuando con el relato de lo sucedido, Daniel Kolankowsky comentó que se reunieron con los concejales José Luis Walser, Soledad Torres y Aníbal Richard, con el diputado nacional Marcelo Monfort y el senador departamental Pablo Canali porque "fueron los que nos dieron bolilla. Les pedimos que nos consigan información sobre lo que pasaba con nuestras casas. Canali habló con Alfredo Francolini, presidente del IAPV, quien le dijo oficialmente que intentarían hacer nuestras casas, pero que había 2.046 viviendas antes que las nuestras, que no tenían un peso para ninguna y que cuando abrieran las carpetas en 2019/2020 iban a aplicar a rajatabla los requisitos FONAVI, o sea que los requisitos que nos exigían para entrar, son los mismos por los que ahora nos dejaban afuera. Off de record, Francolini le dijo a Canali que no nos iban a poder hacer las casas porque no tenían plata y la mayoría no íbamos a calificar".

"Los legisladores nos dijeron que la única posibilidad real era que las casas las haga Nación; nos sugirieron que armemos una carpeta y se la presentemos al Ministro del Interior Rogelio Frigerio en la fiesta aniversario de San José. Así fue, me acerqué y en treinta segundos le expliqué la situación y le dije que sabía que al día siguiente estaría entregando viviendas del IAPV en Colón, que si quería nos reuníamos cinco minutos. Me dijo que bueno, tomó la carpeta y se fue. Esa noche Canali me envió un audio donde le decían que Frigerio estaba interesado, que vayamos a la entrega de viviendas y hablemos con el secretario personal del ministro. Durante quince minutos me escuchó con atención, se llevó otra carpeta y durante la semana nos estuvimos contactando con él y dos mujeres que se encargan del tema viviendas a nivel nacional", agrega.

Según Kolankowsky, "desde Nación nos dijeron que la municipalidad nos estafó, que no nos podían prometer nada pero iban a ver qué podían hacer. Ayer nos reunimos con el arquitecto que decide qué tipo de viviendas y obras puede hacer Nación en la provincia de Entre Ríos. Nos dijo que Nación va a hacernos las casas pero no en ese lugar porque fuimos estafados por la municipalidad, ya que el terreno que nos dieron es inundable, no por el río sino por la lluvia. Hoy Mariano Rebord dijo que está en cota 16, pero es un pozo. De hecho desde la Caja de Jubilaciones mandaron un ingeniero al terreno de al lado porque querían comprar y les dijo que no, porque ni rellenando se salvan. Entonces, este funcionario nos explicó que nos estafaron porque el Estado es quien tiene que garantizar que la gente tenga su vivienda en un lugar digno, donde no sufra las consecuencias del clima. Nos dijo que Nación no pondría una firma ni un peso en ese lugar, porque quieren darnos una solución y no un problema. Nos mostró un video de El Brillante, de un plan de 100 viviendas que se entregaron en 2015 y que en febrero de este año, por las lluvias, tenían un metro de agua. Dijo que van a construir las viviendas, pero que la municipalidad nos tiene que dar otro terreno".

En ese sentido, Kolankowsky explica que "la municipalidad autorizó la emisión de fondos por alrededor de un millón ochocientos mil pesos para comprar ese terreno. Lo que gastó lo dividió en cuarenta y eso nos cobró a nosotros, o sea que no pusieron un peso por ese terreno, no están en déficit por esto, tranquilamente pueden poner otro terreno".

"Esta mañana (por ayer) el intendente dijo en radio: 'Si vienen con viviendas de Nación nosotros buscamos tierras donde sea', así que exigimos que nos den tierras, no solo porque corresponde, sino porque él mismo dijo que se podía hacer. Esta es la historia de las 40 viviendas, en el medio hay malos tratos, desinformación, se siguieron dando cosas cuando a nosotros no nos habían dado esto. Nosotros queremos lo que es justo. No estamos haciendo campaña con esto. No somos subsidiados por el gobierno porque trabajamos, no pedimos materiales para que nos construyan la casa. Somos vecinos que compramos nuestro terreno, pagamos alquiler y nuestros impuestos, somos personas productivas y queremos nuestra vivienda", dijo para concluir.
Fuente: El Entre Ríos (Edición impresa)

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