El Entre Ríos entrevistó a Julio Félix, vicepresidente del tradicional club colonense que hoy teme por la continuidad de las actividades que desarrolla.
"El intendente nos dijo que piensan darle las tierras al gremio de Luz y Fuerza para la construcción de un apart hotel de 80 habitaciones. Dice que sería el terreno que está entre termas y golf, pero allí no hay ningún espacio, es una verja lo que nos separa. Vino a informarnos que hay que cerrar el golf; no nos dijo eso pero nuestra cancha tiene las medidas mínimas, y cualquier pedazo que se quite dejará de ser una cancha de golf", comenzó diciendo.
Explicó que "el Golf tiene una concesión de 30 años con opción a compra; llevamos 21 años. La primera vez había sido concedido por 15 años, del '81 al '96, y se renovó por voto unánime".
Sobre la explicación que recibieron, asegura que el presidente municipal les dio ideas "muy vagas", respecto al proyecto y la porción de terreno que les recortarían. "Solamente nos dijo que era en calle Savatier, entre Sarmiento y Lavalle. Primero dijo que eran 50X30 metros; seguimos hablando y eran 70 X no sé cuánto. Después nos terminó diciendo que quizás era un poco más; nunca precisó la medida. Le pedimos que nos muestre en un mapa qué parte pensaban utilizar, pero nos dijo que no tenía ningún mapa y que proyecto todavía no había, porque esta gente primero necesitaba el terreno. Nos contó que no pudo con El Mangrullo, el Camping Norte está bajo agua, y que el único terreno municipal que queda es la cancha de golf. Yo estimo que un apart hotel con todos los servicios y cochera subterránea requiere de al menos una hectárea.
Además, hay que tener en cuenta que debajo de ese terreno se inunda; hoy se puede ir y ver cuánto está de crecido", indica Julio Félix.
"Nos quedan 9 años de concesión, y de golpe este señor nos dice que le da el terreno a un sindicato. En ningún momento nos consultó, nos informó que le iba a ceder el terreno a Luz y Fuerza por 30 años. Para él ya era un hecho. De última nos dijo 'bueno, ustedes vayan y negocien con esta gente a ver lo que le pueden sacar'. Nosotros no tenemos nada que negociar, además con quiénes, si ni siquiera sabemos quiénes son", agregó.
Haciendo historia, el actual vicepresidente de la institución nos cuenta que "el Golf era el antiguo matadero municipal. Cuando cierra el Club Liebig, la gente que jugaba allá pide a la municipalidad este terreno que era un monte impenetrable, inundable. A mano, sin apoyo de ningún lado, hicieron el parque y fue creciendo. En 1996, cuando se vencían los 15 de concesión nos plantean que nos teníamos que ir porque ahí iban a hacer termas y un lugar para camping y parrillas. Nos movilizamos y le pudimos demostrar al intendente Del Real y los concejales que el Golf no es una canchita para que cuatro o cinco jueguen, sino un lugar que pone en valor al barrio aumentando el costo de las propiedades vecinas y pone en valor a la ciudad, porque Colón vende Golf, Termas y Playas, hay paquetes turísticos y nosotros tenemos convenios con hoteles y complejos de bungalows que nos auspician en los torneos y los turistas que se alojan juegan gratuitamente. El golf es un producto que vende, porque el golfista va de vacaciones donde hay cancha de golf y quienes vienen a jugar gastan en Colón todo el año, no es solo para que juguemos nosotros. De un monte pasó a ser un lugar bien cuidado, sin recibir aportes de nadie, sino con dinero genuino generado por el club. Respetemos los 30 años y si no están de acuerdo con cómo funciona el club o lo que genera para la ciudad, se dará de baja, pero no sacarnos de un plumazo, para darlo a un emprendimiento privado en forma gratuita".
"Seguramente desde lo legal tienen derecho de tomar el terreno, pero nosotros les decimos que lo piensen, porque además hay gente que vive de esto. Hay empleados y profesores que quedarían sin trabajo. Además, hay clubes deportivos que van a entrenar allí, se hacen talleres con escuelas, hemos prestado las instalaciones para el foot golf, se hacen jornadas inclusivas por ejemplo con Rayo de Luz y hemos traído al grupo 'Heme aquí', que son chicos con síndrome de down que juegan al golf. Si nos lo sacaran para venderlo en beneficio de la comunidad, todavía, pero lo regalan a gente de afuera. Según el intendente, el gremio invertirían para la construcción entre 11 y 12 millones de dólares ¿Dentro de ese presupuesto no hay un pequeño porcentaje para comprar un terreno?", se pregunta.
Félix sostiene que no es la primera vez que Mariano Rebord intenta sacarlos del predio. "Hace unos años nos citaron en el club para una reunión. El intendente nos dijo que nos fuésemos porque se iba a hacer un emprendimiento privado con cancha de golf, y que nosotros nos construyéramos la cancha. Le preguntamos con qué dinero y nos dijo 'ah, no sé, la municipalidad no tiene un peso. Arréglense y dejen este terreno para la municipalidad'".
