La historia de un amor trunco que permitió unir las tradiciones de dos países a través de su música -flamenco y tango- fue escrita y contada por Rocío López este sábado y domingo en el Teatro Gran Colón.
En Un beso y un Adiós se lucieron alrededor de 90 personas, entre quienes estaban muchas de las alumnas de la escuela de danzas Las del Rocío, la profesora Aldana Cuevas y la propia directora del show.
Daniel Dubini cantó temas de Joaquín Sabina y Melina Sol Greco, junto a su partenaire Leo Luizaga bailaron tango en forma magistral.
El relato, cargado de emoción, llevó a recorrer los barrios porteños recordando lugares y protagonistas entrañables de nuestra historia. En la pantalla gigante se pudo ver por ejemplo a Maradona y Gardel, además de imágenes filmadas especialmente para este espectáculo, trabajo que estuvo a cargo de Nahuel Valcarce.
La apuesta fue fuerte, y no defraudó. Bienvenido sea el arte, sobre todo cuando está acompañado de talento. Y que los teatros de Colón enciendan sus luces más seguido para ofrecer a los espectadores producciones propias.