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Contamos con plataforma. Nos juntamos (casi) todos los que importan. Estamos orejeando candidaturas. Todo lo señalado es exactamente cierto, en lo que se refiere al Frente Unión Ciudadana, que la señora de Kirchner, como una suerte de Macron vernáculo, ha creado a su imagen y semejanza.

En lo que se muestra como un amuchamiento de sus fieles (que los hay, son muchos y merecen todo mi respeto) y de Intendentes del conurbano (que no son pocos y se debe igualmente tratarlos con el respeto que corresponde a todo ser humano, aunque por su actuación pública no son merecedores de él) que acompañan sin fieles, en defensa de su quintita de poder.

Es así como se puede decir que, como Julio César, después de recalar en la Fundación Patria la señora de Kirchner ha cruzado su propio Rubicón, al momento de ir por afuera del peronismo, al que se lo ha jibarizado a la condición de pejotismo.

Atrás ha quedado la figura de Perón, aunque se pretende lograr una especie de simbiosis entre la Jefa Suprema y Única del flamante movimiento y la que en su momento sus fieles reverentemente la llamaban Jefa Espiritual de la Nación. También las marchas y el escudo, aunque no del todo los bombos, que son parte de una cultura popular que trasciende al peronismo. ¿Acaso no se los ha escuchado en algún acto de Macri, en un ambiente lleno de globos amarillos?

De allí que fluya una pregunta, que de entrada sabemos que va a quedar sin respuesta. Cual es si la señora de Kirchner es en la actualidad justicialista -en realidad debería de una vez por todas comenzar a llamar las cosas por su nombre y hablar de peronistas- en estos tiempos en que, no solo se asiste al aparte de rodeos, sino a extraños connubios como el de DeElía con el Partido Comunista (tiemblen los restos mortales sino de Lenin y Stalin al menos los de Codovilla y Ghioldi).

O mejor dicho, no si Ella es en la actualidad peronista, sino si alguna vez lo fue. Pregunta que es más difícil de responder en el caso de Néstor Carlos Kirchner.

Y que por lo mismo que es así, y como ya desde varios ámbitos con malicia se insinúa, a lo que se ha asistido es a la presentación en sociedad del cristinismo, el que esencialmente más que una prolongación del peronismo, se trata de una versión reciclada (y deformada?) del Movimiento Montonero, mechada por capillas variopintas, incluyendo a algunos peronistas.

Y el cristinismo y su expresión formal, la que no es otra cosa que la Unión Ciudadana, que cuenta con su plataforma electoral plasmada en los 15 puntos de plataforma de campaña, redactadas por su Conductora. Como es sabido, lo habitual es que el nacimiento de cualquier agrupamiento político venga acompañado de una Declaración de Principios y de una Carta Orgánica, documentos que trasciendan lo meramente coyuntural. Algo que en este caso falta, pero con el tiempo seguramente vendrá o?no vendrá.

En la ocasión pasamos por alto la cuestión de las candidaturas del flamante movimiento, la que debió aflorar ayer noche, y que provoca un poco de inquietud en la opinión pública, ya que es conocido que la señora de Kirchner puede hacer gala con razón de ser una reconocida oradora auto-referente, no ha dejado de mostrar yerros al momento de seleccionar candidatos. Para muestras un solo botón, cual es haber elegido a Amado Boudou como compañero de fórmula. . .

Debo efectuar una rápida pero a la vez imprescindible referencia al acto del martes pasado en el estadio del Club Arsenal de Sarandí. Que, dicho sea de paso, lleva el nombre de Julio Humberto Grondona, el mismo que en su anillo de sello tenía grabado aquello de que todo pasa, pero que omitió completar la frase advirtiendo que todo puede volver a suceder.

Algo más que corrupción: ARGENTINA S.A.


No es mi intención, ni cuento con el espacio para hacerlo, transcribir íntegra la plataforma de campaña de Unidad Ciudadana.

Pero considero importante la transcripción literal del punto 9, en la que se señala:

Los Panamá Papers que revelaron la existencia de más de 50 empresas del grupo Macri ocultas en paraísos fiscales y, que a diferencia de lo ocurrido en nuestro país, provocaron en el mundo renuncias de Primeros Ministros y Funcionarios de alto nivel en gobiernos extranjeros.

Las coimas de Odebrecht y la conexión con el Lava Jato. Están involucrados Gustavo Arribas, titular de la AFI, y Ángelo Calcaterra, primo del Presidente, propietario de la empresa IECSA y principal socio argentino de Odebrecht en la mega-obra del soterramiento del ferrocarril Sarmiento y en los gasoductos de Córdoba.

Las ganancias de los funcionarios con la manipulación del dólar futuro.

La condonación de la deuda del Correo Argentino para empresas de la familia presidencial.

El blanqueo de capitales extendido por decreto a familiares y amigos.

Las autorizaciones para operar rutas aéreas a Avianca y Flybondi, pertenecientes a funcionarios y socios del Presidente.

Las licitaciones en el sector energético digitadas por el Ministerio de Energía a cargo de un ex-CEO y accionista de Shell.

La designación en puestos claves del Estado, de integrantes de familias que controlan empresas comercializadoras de alimentos y medicamentos, rubros del consumo popular en los que se han registrado los mayores aumentos de precios. Los amigos y socios del Presidente en empresas prestadoras de servicios públicos beneficiadas por los aumentos irracionales de tarifas.

Estos casos son mucho más que hechos de corrupción de funcionarios públicos de un Gobierno. Revelan una matriz de apropiación de los recursos del Estado inédita en la historia Argentina. Un plan sistemático de un Grupo económico que encaramándose en el Estado lo utiliza como plataforma local y global de sus negocios: Argentina S.A. y ellos sus dueños.

Es necesaria una ley de incompatibilidades para desempeñar cargos públicos, así como también otra que prohíba ejercer la función pública a todos aquellos que tengan cuentas o empresas en guaridas fiscales. Debe incluirse, la creación de una Comisión Bicameral que tenga el contralor de las incompatibilidades de todos los funcionarios. Se revisará el origen de los fondos del blanqueo que no hayan sido repatriados, como así también la inclusión por afuera de la ley de parientes, familiares y amigos.


Entre lo bueno y lo malo


Lo primero que se puede destacar como positivo de todo lo hasta aquí referido, es que la emergencia de la Unidad Ciudadana abre la posibilidad de que se dé un paso más hacia el indispensable sinceramiento político que nuestra sociedad viene exigiendo. Es que el peronismo desembarazado de excrecencias (de la cual el cristinismo no era por otra parte la única) de movimiento que permite todas sus presentaciones camaleónicas puede llegar a convertirse en un verdadero partido político, que significaría el resurgimiento de la renovación que quedó abortada con la derrota en su momento de Antonio Caffiero, y la victoria de la dupla (que a poco dejó de serlo) Menem-Duhalde.

Es que de esa manera, y dejando de lado toda referencia a lo doctrinario/programático, el peronismo dejaría de recaer en la tentación de una estructuración verticalista.

A lo que cabe agregar que de interpretarse de una manera literal (ajena a todo tipo de subjetividades, inclusive de la conductora de la Unidad Ciudadana), su reclamo acerca de la necesidad de ponerle límites al gobierno, viene a recoger uno de los principios básicos de la republica democrática, la que exige como punto de partida liminar la limitación del poder. Claro está que ello entendido como una pauta que a seguir y a respetar no solo frente a este gobierno, sino en el caso de todos los gobiernos. Algo que también significa dejarlo gobernar, siempre que se mueva dentro de los límites de la ley y dando muestras de una inapreciable prudencia.

Por último, se me ocurre que no es cuestión de entrar a la cuestión de los niveles de corrupción que exhibiría el actual gobierno nacional, ni las administraciones de la denominada década ganada Es que no es el caso de echar mano de un corruptómetro en el caso de que existiera un ingenio de este tipo y cuya utilidad sería manifiesta.

Pero de cualquier manera significa una alarmante muestra de la pérdida del sentido de la realidad, indispensable para quien pretende gobernar sino hacerlo bien, su pretensión de efectuar aporte en ese escabroso terreno.

Ya que en relación a sonados casos de supuesta corrupción que la involucran, no solo la señora de Kirchner se le debe dar las posibilidad de defenderse en los estrados judiciales contando para hacerlo con todas las garantías constitucionales del debido proceso, sino que dar una explicación a la opinión pública sobre el verdadero trasfondo de esos hechos. Algo que pretende ignorar colocándose en el papel de una víctima, camino poco menos que hacia el martirologio.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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