En Colonia Las Achiras, ante buen marco de público, DEPRO derrotó agónicamente a Defensores por 2-1 en un partido interesante durante todo su desarrollo.
De movida se vio a dos equipos que no especularon y buscaron el triunfo en todo momento. DEPRO avisó enseguida con una definición alta de
Ramírez, mano a mano ante Bourlot. Pero minutos después Gandolfo impidió de manera fantástica el gol de Silvio González.
A los 24' se rompió la paridad cuando Gurnel centró desde la derecha, Ramírez recibió en el área y cedió para Estigarribia, que casi sin oposición batió a Bourlot para el 1-0.
Un tiro libre de Villalba bien despejado por Gandolfo fue la rápida respuesta del "Sureño", pero en la contra Lagraña escapó por izquierda y tocó para Ramírez, que se perdió increiblemente el segundo.
Antes del final de la etapa volvieron a intentar Lagraña y Ramírez, pero Bourlot respondió muy bien.
La segunda etapa mostró a Defensores unos metros más adelante, ganando las segundas jugadas y buscando incesantemente el empate. DEPRO apostó a las salidas rápidas y tuvo propicias chances que no supo cristalizar.
Tras un remate de Silvio González que devolvió el travesaño, a los 30' llegó el 1-1 cuando Aguirre pescó una pelota en el área y definió.
Parecía que el empate privaría en el score, pero en el final pasó de todo: Lagraña fue expulsado, Defensores protestó un penal sobre Salas, y Gurnel, a los 48', decretó el 2-1 final capturando un rebote y sacudiendo con un disparo bajo de derecha.
Lamentables incidentes
Una vez finalizado el partido se suscitaron una serie de incidentes que opacaron lo que hasta allí era un normal espectáculo deportivo.
Todo comenzó cuando integrantes del cuerpo técnico de Defensores fueron a protestarle algunos fallos al árbitro Horacio Martínez, quien rápidamente fue custodiado, al igual que sus asistentes Richard y Cacciamale, por un grupo de efectivos policiales apostados en el campo.
Luego de unos instantes de protestas, jugadores y colaboradores del elenco "Sureño" se apartaron del lugar tomándose sus rostros luego de haber recibido el llamado "gas pimienta" por parte de los efectivos.
Al advertir lo sucedido, un grupo de hinchas de Defensores se enardeció e intentó invadir el campo de juego, siendo persuadido por la policía, que lanzó gas lacrimógeno para esa zona, el cual terminó afectando en su expansión lamentablemente también a aquellos espectadores que nada tenían que ver con los incidentes.
Minutos después, mientras los futbolistas y colaboradores del "Sureño" eran atendidos algunos en el campo y otros en el vestuario con ardor en sus rostros, afortunadamente llegó la calma y los simpatizantes de Defensores retornaron a Colón sin registrarse más incidentes.
