Cuando se jugaba el tiempo adicional ocurrió una acción confusa que originó una serie de inconvenientes y a la postre el final del match.
Todo surgió cuando Saffores y Lucero disputaron un balón dentro del área y el delantero cayó pero Estigarribia dejó seguir el juego entendiendo que no hubo falta. Sin embargo el línea Cabrera levantó su banderín para llamar al referee lo que motivó las airadas protestas de los futbolistas locales. El juego se detuvo por unos minutos y tras consultar con su asistente Estigarribia mantuvo firme su decisión lo que originó las protestas de todo Liverpool.
Con el clima tenso por el pedido de explicaciones por parte de ambos sectores y posteriormente un cruce entre colaboradores de ambos equipos la terna arbitral dio por finalizado el encuentro retirándose hacia los camarines con la colaboración de la policía.