En principio, tras una Asamblea de jugadores cumplida por la tarde en el Hotel de Boca Juniors y en la que participaron unos 60 jugadores (entre ellos Paolo Quinteros), se resolvió continuar con la veda, tras analizar paso a paso el conficto.
De todos modos la situación cambió por la noche cuando se reunieron los directivos de la Asociación de Jugadores (AdJ) y de la Asociación de Clubes (AdC) en la sede de estos últimos y se pusieron de acuerdo rápidamente en los puntos esenciales para destrabar el conflicto, redactando un acta de compromiso de 4 puntos donde dejan expresado que fue consensuado el contrato único y dejan tal como se esperaba las fichas en 6 mayores para el Torneo Nacional de Ascenso, pero acceden a todas las observaciones contractuales.
Entre otros puntos destacados, se confirmó que en el TNA el equipo local deberá proveer de un kinesiólogo al visitante.
De esta manera, los clubes podrán empezar (o terminar) las negociaciones con los jugadores para la próxima temporada, las cuales habían comenzado en mayo y junio.
