Los estafadores buscan principalmente personas de edad avanzada, aprovechándose de su vulnerabilidad, utilizando ardid o engaños para realizar su cometido, en casos haciéndose pasar por empleados de alguna entidad bancaria, financieras, por familiares (nietos o hijos) o amigos, entablando en escasos minutos un vínculo de confianza, adquiriendo de esta forma información por mínima que fuera que termina siendo involuntariamente suministrada por la víctima.
Se recomienda por ningún motivo entregar efectos de valor, dinero en efectivo y/o datos particulares a personas desconocidas.
En caso de recibir un llamado de este tipo, se confía cortar la comunicación inmediatamente y corroborar la veracidad de lo que le manifiestan, consultando a algún familiar, vecino o amigo de confianza, para luego dar aviso a las autoridades: 101 (número de emergencias), en el que personal policial las 24 horas atenderá y evacuará las solicitudes o dudas que puedan surgir, asesorando a cualquier ciudadano con alguna inquietud.
