Luego de inspeccionar la instalación eléctrica donde se inició el siniestro, se logró divisar conductores (cableado eléctrico) con indicios claros de haber sufrido un cortocircuito, en donde la alta temperatura desarrollada es perfectamente capaz de encender la cubierta protectora del cable, generando de esta manera que restos encendidos tomen contacto con objetos combustibles, dando lugar a la producción y propagación del incendio.
Como conclusión, se determinó que el hecho fue accidental.