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En la cuadra donde tiene su sede Cáritas, donde muchos chicos practican fútbol y se está construyendo el refugio para personas en situación de calle (ver página 4), ayer ocurrió un nuevo accidente.

Vieytes, Leguizamón y Castelli –a la altura de Urquiza- han sido escenario de varios episodios de tránsito provocados por conductores desaprensivos que han convertido a Urquiza en una autopista, creyendo que el asfalto les permite tomar la velocidad que ellos desean.

Ayer pasado el mediodía un auto terminó contra el paredón de la canchita de la Parroquia Santos Justo y Pastor donde funciona la Escuelita de Fútbol “Aníbal Irigoy”, lugar de tránsito permanente de niños, lo que permite hablar de milagro si tenemos en cuenta que no hubo que lamentar una tragedia.

Los protagonistas del incidente fueron un Renault 19, patente BLR 464 que circulaba por Urquiza hacia el este, conducido por María Alejandra Aguiar –domiciliada en Colón- la que circulaba acompañada por su hija de 11 años, y un Renault Clio Mio, patente NRT 039 conducido por Beatriz Guiffre, también de esta ciudad, la que se desplazaba por Vieytes hacia el norte.

Como consecuencia del accidente, el Clio subió a la vereda. Chocó contra el paredón y por efecto del fuerte impacto terminó retrocediendo. Guiffre y la menor resultaron con heridas leves.

Vecinos de la zona contaron a El Entre Ríos que desde que se hizo el asfalto los vecinos piden que se coloquen lomos de burro y semáforos. “En hora pico no se puede cruzar”, señalan. . Incluso algunos concejales habrían presentado proyectos en relación al tema. Pero hasta el momento no han logrado su cometido.

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