Ante los recientes informes técnicos de Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) sobre la calidad del agua del río Uruguay y sus repercusiones, particularmente en varias localidades ribereñas del litoral argentino, la Presidencia Pro Témpore del Comité Hidrovía del Río Uruguay difundió un comunicado de prensa en el que expresó que "las intendencias tienen un seguimiento permanente de la calidad del agua en las zonas balnearias y actúan con responsabilidad ciudadana en la habilitación y/o clausura, en relación a los parámetros que garanticen la salud de la población".
A su vez, explican que "las mediciones que realiza la Caru, en el marco de su competencia, apuntan a conocer el comportamiento general del río en el espacio de la frontera argentino-uruguayo y no de cada punto específico".
El comité hace hincapié en que ya durante el año 2010 "el problema de los vertidos de fluidos de las grandes ciudades, es uno de uno de los componentes importantes de la contaminación del bajo y medio río Uruguay".
Frente a este panorama, en 2014 se realizó una sesión plenaria donde se declaró de interés regional la construcción de plantas de tratamiento de efluentes y, de esta manera, se comenzó a analizar la posibilidad de comprometer al Banco de Desarrollo para América Latina en el financiamiento de la construcción de estas plantas en todas las ciudades ribereñas del litoral argentino. Tal es así que en la actualidad la gobernación de Entre Ríos y los intendentes del litoral, en acuerdo con el gobierno nacional, están negociando el préstamo correspondiente.
Por último, el comité hidrovía expresó su más firme convencimiento de que las intendencias involucradas continuarán su política de compromiso ciudadano, tanto en lo que hace a las zonas balnearias como al cuidado del medio ambiente en general.
