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Amílcar Gaillard fue un destacadísimo educador, egresado de la Escuela Normal de Paraná. Asume el cargo de Presidente Municipal en 1914, uno de los años más complejos en cuanto al proceso transicional que vive nuestra sociedad.

Es nombrado por decreto como presidente municipal el 30 de diciembre de 1913, de acuerdo a lo establecido en la reforma constitucional de la Provincia de Entre Ríos de 1903, donde el intendente es designado por el gobernador de la provincia.

En esta época se venían dando importantes cambios sociales y económicos en nuestro país: al espectacular crecimiento económico y al espíritu optimista del Centenario, sucedieron motivos de preocupación, sobre todo en la emergencia de tensiones sociales que se fueron agravando. El empuje inmigratorio, por otro lado, hizo que en 1914 casi se alcanzaran los 8 millones de habitantes, duplicando la cifra de 1895. El estallido de la Primera Guerra Mundial planteó un problema más acuciante, ya que se desorganizaron los circuitos comerciales y financieros, se retrajeron las futuras inversiones, provocando un encarecimiento de la subsistencia y dificultades en las industrias. No obstante, la guerra benefició a aquellas actividades, como la exportación de carne enlatada, destinada al abastecimiento de los beligerantes.

Finalmente, en esta época, el sistema político diseñado por la élite también se vería reformado, sobre todo cuando comenzó a revelar sus debilidades. La llegada a la más alta magistratura de Roque Sáenz Peña en 1910 posibilitó una transformación del sistema, entre otras cosas, incorporando el conjunto de la población a la práctica electoral y estableciendo la representación de mayorías y minorías.

En nuestra provincia, y desde 1879 en adelante, los gobernadores pertenecían al Partido Autonomista Nacional (PAN). La llegada a la gobernación de Prócoro Crespo, quien gobernara Entre Ríos entre 1910 y 1914, ilustró los cambios que se venían propiciando en la arena política: su elección se vio favorecida con el apoyo de una fracción de la UCR. Aprobada la Ley Sáenz Peña en 1912, los sucesores de Crespo surgirán de las filas de este partido político.

En este contexto Don Amílcar Gaillard asume la intendencia en 1914, tras ser designado por el Gobernador Crespo. Al llegar a esta instancia, Gaillard tenía en su haber casi 30 años de ardua labor, no sólo en el ámbito educativo sino también dentro de la corporación municipal de Colón.

En el año 1885 sólo dos personas reciben el título de Maestro Normal en la ciudad de Paraná, y Amílcar Gaillard es una de ellas.

En 1886 ya se desempeñaba como Director de la Escuela Graduada de Varones en nuestra ciudad. En ese año, el entonces intendente de Colón, se dirigió al Gobernador de la Provincia, el General Eduardo Racedo para informarle de una situación peculiar durante los festejos por el 25 de Mayo, en dicho comunicado elogia el desempeño y actitud de Amílcar Gaillard con estas palabras: “ la invitación para asistir al Tedeum solo fue aceptada por el joven preceptor don Amílcar Gaillard, quien cumpliendo con el deber que a todo ciudadano le está encomendado, se prestó acompañar con los niños a su cargo a todas las autoridades de este Departamento […]. La escuela de varones se halla hoy como no lo ha estado nunca pues, teniendo a su frente a un joven educado en la Escuela Normal de esa ciudad, inteligente y digno del puesto que ocupa, responde dignamente al puesto que desempeña.”

El 7 de noviembre de 1889, en el sorteo de las elecciones municipales, Gaillard resultó electo en carácter de suplente. En diciembre de 1890 fue elegido como concejal. Al año siguiente ocupa el cargo de vicepresidente 2º del HCD. En los años 1897, 1898, 1899 y 1900 se encuentra nuevamente desempeñándose como concejal. En 1901 ocupa el cargo de presidente del HCD y es en este momento cuando se comienza a tratar, a partir de una nota de la Subcomisión de Edificación Escolar, la gestión ante el Juez de 1ª Instancia de Concepción del Uruguay para expropiar el terreno que la sucesión del General Urquiza poseía en la ciudad en la calle Alejo Peyret esquina Plaza 25 de Mayo (hoy Plaza San Martín), para levantar en él un edificio proyectado para una escuela.

En junio de 1897, mientras se desempeña como concejal, es designado para formar la Junta empadronadora del registro cívico municipal.

En 1902 presenta la renuncia ante el HCD, sin embargo la Honorable Comisión decidió no la aceptaría por no hallar motivos de incompatibilidad entre el desempeño del cargo de concejal y el puesto de secretario del Concejo que ejercía Gaillard en ese entonces.

Mientras tanto, en 1904, en la colonia San José queda establecida la Junta de Fomento local, otorgándosele a la antes denominada “Plaza” el carácter de “Villa”. En ese año, el 24 de abril, el entonces Inspector de Escuelas Sr. Amílcar Gaillard convoca a una reunión de vecinos preocupados por el desenvolvimiento intelectual de la zona y especialmente, por la carencia de una escuela de enseñanza media. En la reunión se fundó una Biblioteca Popular que se denominó “General Urquiza” y se eligió la primera comisión directiva de la misma.

En mayo de 1906, durante su desempeño como Comisionado Escolar del Departamento, se deben suspender las clases debido a casos de difteria que se venían produciendo entre niños de edad escolar.

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En enero de 1907 se comienzan las gestiones para levantar un censo de población escolar en nuestra ciudad. El encargado de dirigir esta operación es Don Amílcar Gaillard. El objeto del censo es ayudar a las gestiones que se venían haciendo para conseguir el establecimiento de una escuela nacional de instrucción primaria. El resultado del censo de la población escolar de la planta urbana y sección quintas había arrojado un total de 543 niños de ambos sexos. Sin embargo, al informar al Inspector nacional de Enseñanza Primaria, se le aclara que del total de esos 543 niños en edad de recibir educación, hay 176 niños que no asisten a escuela alguna. El problema reside en “que la escuela provincial aquí existente carece de capacidad suficiente para recibir mayor número de niños. Además de la escasez de recursos, que no pasan de $16000 anualmente.”

En ese plano, Gaillard sostuvo siempre la importancia de destinar mayores recursos económicos para sostener y crear establecimientos educativos, con el objetivo de integrar a todos los niños de edad escolar. Es ilustrativo de su proceder y postura, un especial debate que se dio entre los pedagogos más importantes de la provincia en el 1900, la discusión se centraba en la forma en que los niños debían escribir, hasta ese momento se estilaba la letra inclinada, pero hacia el 1900 se debatía acerca de los” beneficios “de escribir con letra derecha en las escuelas. Al ser consultado al respecto, Don Amílcar sólo sugirió que más allá del estilo caligráfico, los niños no pueden aprender a escribir si no cuentan con cuadernos y lápices, siendo esta carencia de carácter real y una cuestión de verdadera relevancia.

Finalmente, el 30 de abril de 1907 se inauguraba la Escuela Nacional Nº10 “Capital Federal”, la organización de la Institución fue encargada al Profesor Amílcar Gaillard, Ex Director de la Escuela “Juan José Paso”. La escuela comenzó a funcionar en una casa ubicada en las actuales calles San Martín y General Paz, al iniciarse las actividades la escuela contaba con Don Amílcar Gaillard como Director y con grado a cargo y sólo una docente, la Srita. Honoria Cettour. Ambos estuvieron en la institución hasta 1911.

Unos años más tarde, en singular reconocimiento por su trabajo y trayectoria, el Poder Ejecutivo provincial lo designa como intendente de Colón.

El 2 de enero de 1914 presta legal juramento y asume al cargo para el bienio 1914-1915. En ese entonces se desempeña como presidente del HCD Don Apolinario Sanguinetti y es nombrado secretario de la corporación a Mauricio Perrin ante la renuncia de Agustín Perrín al cargo.

En esos primeros meses se discute entre otras cosas, un proyecto para la construcción de cunetas, pero sobre todo, la cuestión del alumbrado público acapara la atención: hay propuestas para la instalación de una usina eléctrica, sin embargo estos adelantos plantean el inconveniente de la carencia de recursos humanos en la zona que puedan manejarlos. Una carta de Gaillard, dirigida al entonces Presidente Municipal de Rosario del Tala, muestra las dificultades propias de la época: “Me permito solicitar del Sr. Presidente Municipal, quiera disponer se investigue si en esa localidad que como esta, posee alumbrado con focos “lux”, hay alguna persona que conozca el manejo de esos aparatos y esté dispuesto a venir para hacer el servicio de farolero. Las condiciones: el encendido se hace a la puesta de sol, apagándose entre las 11 y 12 de la noche, durante 23 o 24 días por ausencia del farolero municipal.”

Otros datos permiten vislumbrar como era la vida cotidiana en el Colón de entonces, al respecto es interesante la nota que envía Amílcar Gaillard al Director del Departamento de Salubridad de la provincia en el mes de febrero de 1914, en la misma resume las condiciones de la ciudad. En cuanto a la Higiene Urbana escribe: “las enfermedades infectocontagiosas no son muy frecuentes. Periódicamente hacen su aparición enfermedades como el sarampión, viruela, paperas y gripe. Hasta el año anterior hubo casos de escarlatina. La viruela se ha presentado dos veces en los últimos 15 años. La difteria ataca aquí muy raramente, en cambio la tuberculosis y el cáncer son relativamente frecuentes. La fiebre tifoidea reviste carácter endémico pero sin que llame la atención el número de personas atacadas”. En cuanto a los Hospitales, dispensarios y Lazaretos sostiene: “Contamos con un hospital administrado por la Sociedad de Beneficencia, subvencionado por el gobierno nacional, por el gobierno provincial y la municipalidad con 30 camas para enfermos de ambos sexos. En la municipalidad existe un dispensario de vacunas que funciona dos veces por semana. No existen lazaretos. Las pocas veces que la viruela ha hecho su aparición se ha aislado a los enfermos en ranchos de paja que han sido destruidos por el fuego al terminar la epidemia.”

Pasarían unos pocos meses más después de que Gaillard redactara estos informes, al llegar el mes de julio presentaba su renuncia con carácter de indeclinable al cargo de Presidente Municipal. El 16 de julio de 1914 el HCD aceptó su renuncia. No obstante, al año siguiente formaba parte, junto a otros miembros de la Comisión Deliberante, del Consejo Escolar. El 1 de enero de 1918, reunido en sesión especial el Concejo Deliberante, Gaillard asume la presidencia del mismo por ser el miembro más anciano, según lo establecido por la ley orgánica municipal.

Don Amílcar Gaillard era argentino, en el año 1904, en el momento del nacimiento de su hijo Augusto Gaillard, declaraba tener 40 años, ser hijo de Tobías Gaillard y de Isabel Kay, ambos suizos y fallecidos. Estaba casado con Cecilia Schveizer, que en ese entonces contaba con 26 años de edad, oriental de nacimiento. Su esposa Cecilia era hija de Cecilia Ganguillet y de Juan Enrique Schveizer, ambos suizos. Amílcar Gaillard falleció el 10 de junio de 1941 de síncope cardíaco.

Constituye una de las figuras más emblemáticas de nuestro pasado. Conjugó el valor de la educación y de la política al servicio pleno de la comunidad. Su desempeño, asentado en valores éticos y cívicos, discurrió en la labor que estimaba trascendente en la construcción de la identidad y cultura de su pueblo.

El 15 de julio de 1942, una ordenanza municipal designa con el nombre de Amílcar Gaillard al Boulevard Las Piedras.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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