A Miguel uno lo ve en las imágenes batallando contra el demonio, incluso se lo invoca como protección y escudo. Eso lo podemos ver en el libro del Apocalipsis, donde la batalla final no la libra Dios con el diablo sino que tiene su ángel para realizar esta tarea. Miguel significa quién como Dios en forma de pregunta y de admiración, en realidad es una pregunta que ya tiene su respuesta: Dios es el más grande, por eso él con su poder batalla contra el demonio y lo vence, relata el sacerdote.
En tanto Gabriel significa fortaleza de Dios, le anuncia a María que va a tener un hijo que salvará a la humanidad y de esa fuerza de Dios se acercó a nosotros; y Rafael significa medicina de Dios, agrega.
Elegido por el pueblo entrerriano
Se dice que en 1825 era tal la devoción por San Miguel y por la Virgen del Rosario que el cura, deán Francisco Dionisio Álvarez tuvo la idea de llamar a los feligreses a una votación para determinar cuál santo sería patrono de la provincia y cuál otro patrono de la ciudad de Paraná: así se hizo el 1º de enero de 1825. Por eso, la Virgen del Rosario fue desde allí patrona de Paraná, y San Miguel Arcángel, patrono de la provincia.
Fue en diciembre de 1851 que Pío IX confirmó a San Miguel Arcángel como Patrono de Entre Ríos, ratificando la decisión de todo el pueblo entrerriano, especificando que cada 29 de septiembre goce de todos los privilegios y prerrogativas que competen a los Santos Patronos Principales.
Vale destacar que en 1822, tres años antes, se había comenzado a levantar el templo en honor al Arcángel, declarado como Monumento Histórico Nacional, el cual se emplaza en la capital provincial.
