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Es que el tema es serio y mañana cualquiera de nosotros –o un hijo nuestro- pueda necesitarlo. Tal vez si lo pensamos de este modo nos animamos a leer la nota que hice con Andrea Vargas, Técnica del Registro Nacional de Donantes Voluntarios de Médula Ósea del INCUCAI, quien participó de la Campaña de Sangre del Hospital Garrahan llevada a cabo la semana pasada por la Fundación David Verón, con el fin de explicar y captar eventuales donantes.

Nos explicó que durante las diferentes campañas que realizan inscriben a quienes lo desean, para –además de la sangre para hacer grupo sanguíneo y serología- tomarles una muestra para hacer HLA (antígenos leucocitarios humanos). De esta forma, ingresan al Registro de Médula a la espera de que aparezca un paciente compatible.

En la jornada del miércoles pasado la respuesta ha sido buena. Inscribieron a 19 personas en Colón. Gracias a ellas, a lo mejor algún día –solo lo sabe Dios- puede salvarse una vida.

-¿En qué consiste la donación de médula ósea?
Consiste en acercarse a donar sangre. Allí tomamos una muestra y completamos un formulario con los datos personales y el consentimiento para ingresar al Registro de Médula.

-¿Qué es la médula ósea?
-Son células que están dentro del tejido esponjoso del hueso, que sirven para trasplantar a pacientes que tienen leucemia, linfomas o placas medulares. Lo importante es no confundir médula ósea con médula espinal, que es algo bastante común y genera miedo.

-¿Cómo se lleva a cabo la donación?
-Hay dos formas de donar estas células: una es el método tradicional que es por punción y aspiración de los huesos de atrás de la cadera; se lo hace en un quirófano con anestesia general y tiene un postoperatorio de uno o dos días.

El otro método se llama aféresis o sangre periférica. Se pinchan los dos brazos. La sangre baja de un brazo y va a una máquina que es un separador celular que retiene esas células, y por el otro brazo devuelve el resto de la sangre. Este tratamiento de extracción dura tres horas. Durante cinco días previos se estimula al donante para hacer que las células salgan del hueso y vayan al torrente sanguíneo para podérlas extraer. Con este método, el mismo día de la donación el paciente puede volver a su casa.

Si se registra un paciente compatible a nivel HLA –lo cual es difícil de conseguir, por eso cuantas más personas ingresen al registro, mejor- el donante puede elegir el método por el cual quiere donar.

-¿Si aparece alguien compatible, el donante debe viajar a Buenos Aires?
-Sí, a Capital Federal. Vuelven a preguntarle si todavía quiere ser donante, porque el registro es voluntario. En caso de que diga que sí y que todavía sea apto para donar, el INCUCAI se hace cargo del traslado y estadía propia y de un acompañante para realizar el procedimiento.

-Vamos a los temores que podemos llegar a tener: ¿Qué me puede llegar a pasar? ¿Puedo contagiarme alguna enfermedad? Justamente por esto que mencionabas antes de que se lo suele confundir con la médula espinal, ¿puedo quedar inválido?
-Por donar médula no contraes ningún tipo de enfermedad. No se puede quedar inválido porque no se toca la médula espinal.

En caso de elegir el método de punción, se hace en la cadera, donde no hay ningún nervio que pueda provocar imposibilidad en la movilidad. Es el riesgo propio de entrar a un quirófano y de una anestesia que se da para que esté más tranquilo durante el procedimiento. Luego las células que se donan se recuperan.

Hasta ahora no se ha demostrado que exista algún inconveniente por la donación de médula.

-Y gracias a ese pequeño riesgo que uno corre se puede salvar la vida de una persona…
-Sí, y lo hacés en vida. Es un procedimiento que uno elige hacer y tiene la satisfacción que le salvaste la vida a otro, a quien pasado el año de trasplantado podés llegar a conocer.

-¿Cualquier persona puede ser donante?
-Debe tener entre 18 y 55 años de edad. Tiene que estar en buen estado de salud. No haber tenido Hepatitis B ni consumir drogas endovenosas, ni otras patologías transmitidas por vía sexual o sanguínea.

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