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La profesión de obstétrica –popularmente llamada partera- existe en la Argentina desde 1905. Los términos “matrona” o “comadrona” tal como se las solía conocer, significan “mujer acompañando a otra mujer”. El rol era patrimonio del sexo femenino porque así lo indicaba la ley internacional, hasta que hace unos años también los hombres pueden ejercerlo.
Como cada 31 de agosto, el domingo los obstetras celebraron su día. A modo de homenaje –y de paso para difundir algunos conceptos interesantes sobre el embarazo y el parto- visité en el Hospital San Benjamín a la Licenciada en Obstetricia Claudia Sánchez.

-¿Cuál es la función de una Licenciada en Obstetricia?

-Hacemos captación del embarazo, control, visita preconcepcional, atención del parto, del recién nacido y del puerperio. Además trabajamos todo lo que es la conserjería en salud sexual y lactancia materna. El rol de la obstétrica hoy es amplio en lo que es prevención y promoción de salud. En el momento del parto, nuestro rol es monitorearlo y atenderlo. En el caso de las cesáreas no programadas, hacemos el diagnóstico, la internación, y el acompañamiento dentro del quirófano. El rol de la obstetra es muy importante. Estamos peleando por un cambio en la ley que rige en nuestro país que ya caducó hace muchos años; nuestra formación ha cambiado, hoy estamos formadas a la par del médico y necesitamos que la ley nos ampare para intervenir acompañando al médico cirujano, que de hecho cuando no hay médicos ayudantes lo hacemos, pero no hay una ley que lo diga.

-¿Qué es la visita preconcepcional?

-Iniciamos su historia clínica para saber sobre su estado de salud, qué enfermedades cursó en la infancia. La vacunamos para prevenir el síndrome de rubeola congénita y le decimos que a partir de la aplicación por tres meses no se tiene que embarazar. Le sugerimos tratamiento con ácido fólico para prevenir defectos en el tubo neuronal, y un montón de vacunas y análisis que la ayudarán a cursar su embarazo.

-¿Cuál es la estadística de parto en el hospital San Benjamín?

-El año pasado tuvimos 383 casos. Atendemos a todo el departamento Colón. El equipo está conformado por seis obstétricas. Este es un hospital escuela, tiene convenios firmados con universidades hay residentes de la carrera de obstetricia. Yo soy instructora de la universidad, así que tengo a cargo enseñarles durante el último año de la carrera.

-¿Cómo es cuando hay un parto prematuro o de riesgo?

-Nos manejamos con normas perinatales nacionales. En el área maternoinfantil Colón está en una Categoría II; trabajamos con embarazos a partir de las 35 semanas sin factores de riesgo. Antes de ese tiempo gestacional o si hay algún factor que lo determine, lo derivamos a un centro de mayor complejidad. Si se trata de un embarazo entre las 32 y las 35 semanas es Concepción; menos de 32 es Concordia y Paraná. Cuando hay alguna posible complicación o diagnóstico de malformación se deriva directo a Paraná.

-¿Hay alguna posibilidad de lograr una recategorización para atender embarazos y partos de mayor complejidad?

-Colón es uno de los pocos departamentos provinciales que tiene crecimiento en la cantidad de partos anuales. Todos los años tenemos entre 40 y 50 partos más. Este año esperamos muchos más que el anterior. Para cambiar de categoría primero tendría que cambiar la categoría del hospital, pero en primera instancia hay que crear los servicios; nosotros no tenemos servicios de obstetricia y pediatría, sino una sala de maternidad; en la provincia no figura como tal, no hay cargos creados para eso. En todo caso se podría hacer una redistribución de cargos si por el momento no se pueden crear más. A partir de ahí empiezan los trámites para lo otro. Estaría bueno tener una terapia intermedia. Cuando asumió el Dr. Tavella hicimos una nota pidiendo la creación del servicio. La demanda actual es mucha y seguimos con el mismo personal.

-¿Podemos mencionar algunos conceptos importantes para toda mujer a partir de que queda embarazada?

-A partir de la primera amenorrea (falta de menstruación), hacer la consulta. Si se confirma el embarazo, debe hacer consultas mensuales. A partir de las 28 semanas damos el curso preparto, donde se le enseña a respirar y relajarse. Desde la génesis la mujer piensa que el parto es algo doloroso, sacrificado, y realmente dar vida es algo maravilloso. Es un dolor que da una recompensa y nosotras la acompañamos en ese momento.

-¿Qué cosas debe tener en cuenta una embarazada como señales de alerta, sobre todo pensando en algunos casos que se han hecho públicos de muerte fetal en los últimos meses de gestación?

-Una de las cosas es la disminución de los movimientos fetales. A veces la parturienta cree que en los últimos meses de embarazo el bebé ya no se mueve porque no tiene lugar, y esto no es así. Le enseñamos a hacerse el automonitoreo diario, que es a través de alguna de las comidas del día; en el transcurso de la primera hora debe tener de cinco a seis movimientos, lo que indica que el bebé tiene salud y vitalidad. Otras señales de alerta son dolores de cabeza fuertes -puntualmente en la nuca-, visión borrosa, zumbido en el oído, que pueden ser signos hipertensivos. Si hay edema no solo en pies o tobillos, sino que es generalizado, también es señal de alarma. Cuando hay pérdida de sangre en cualquier etapa del embarazo, cuando la temperatura corporal supera los 38°, dolor en la zona lumbar, ardor al orinar ya que la infección urinaria puede llevar a un parto prematuro. Tener contracciones dolorosas antes de tiempo, flujo con síntomas anormales (color, ardor, produce picazón). Cuando rompen bolsa y no es un líquido claro sino verde que es cuando el bebé ya hizo caca, lo que indica que el sufrió, entonces relaja el esfínter y todas las toxinas se acumulan en el embarazo, el meconio tiñe el líquido, por eso el cambio de color. Por el color del líquido y los latidos fetales se puede diagnosticar si se trata de un sufrimiento agudo o crónico.

-¿Qué pasa con los partos en el domicilio?

-Los partos en domicilio se hacían hace muchos años, hoy se apunta al parto institucionalizado para que esté dentro de una maternidad segura y si hay una complicación se puede resolver en el menor tiempo posible, evitando las muertes maternas y neonatales. En los países del primer mundo donde se hacen este tipo de partos, hay un equipo médico y una ambulancia en la puerta de la casa de la paciente, para atender cualquier eventualidad.

-No existe un parto con riesgo cero. Ni para la madre ni para el bebé.

-No, por eso es necesario monitorear la evolución. Cada 20’ controlar los latidos del bebé; cada hora tacto y los signos vitales de la madre.

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