Soltá el celular, las redes sociales. Desconéctate en serio, al 100%. Tu cerebro lo necesita.
Después de una jornada de trabajo, nuestra cabeza busca relajación. 8 de cada 10 argentinos padece estrés laboral. Cerca del 90% de los "problemas" que queremos seguir (o nos piden que sigamos) resolviendo cuando ya terminó nuestro horario laboral, no son urgentes y pueden ser tratados en su momento.
No tenés que
* Seguir pendiente de los asuntos que quedaron sin resolver.
* Sentir que si no lo solucionas es una catástrofe.
* Creer que todo depende de vos.
Te sirve
* Apagar el celular.
* Hacer actividades al aire libre, dejando el teléfono fuera de tu alcance.
* Poner y ponerte tus límites.
* Disfrutar de tus seres queridos.
Algunos países ya trabajan en estas problemáticas. En Francia, desde el 1° de enero, una ley laboral exige que los empleados no se vean obligados a responder el teléfono, e-mails y mensajes electrónicos fuera del trabajo.
Desconéctate.