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. Afuera, una mañana muy fría. Pero al entrar a la dirección, no hacen falta estufas para que el clima sea de calidez." data-share-image="https://media.elentrerios.com/fotos/2014/08/18/o_1408403440.jpg" > Enviar Imprimir
Y como suele ocurrir con las instituciones, las actitudes que irradian sus directivos se expanden inevitablemente a todos sus miembros, incluso a quienes ocasionalmente pasamos por allí.

Así, la verdad que es imposible no trabajar a gusto. Rubén Comán prepara su cámara fotográfica, yo mi anotador, y empezamos. Después, recorrimos la cocina, las aulas, el patio. Parece nomás que aquí es ley: tanto el personal como los alumnos trabajan con alegría.

Quien nos recibe es Diana Bes, directora del establecimiento. La acompañan las vicedirectoras Norma Gómez y Lilia Baraballe, y la secretaria Claudia Cáceres.

La escuela primaria de barrio El Brillante nació en 1930. Tuvo varias sedes hasta que en el año ‘58 pasó a ocupar la actual.
Tiene una matrícula de 480 alumnos desde el nivel Inicial hasta 6° grado. A cargo de los niños hay 37 docentes, 22 talleristas, 4 ordenanzas y 4 cocineras. También hay personal del Plan Joven que cumple con tres horas diarias de trabajo.

La institución lleva el nombre de “Pronunciamiento” porque la docente Esmeralda Bertelli decía que había que pronunciarse contra la ignorancia. “Todo lo que tenemos en la escuela es gracias a Esmeralda”, reconoce la actual directora.

La biblioteca Olegario Víctor Andrade fue la primera biblioteca popular del barrio; con el tiempo quedó solo como biblioteca escolar.

En marzo de este año, la Escuela N° 32 tomó la modalidad de NINA para el 2° ciclo (4°, 5° y 6° grado), esto significa que los alumnos tienen una jornada extendida de ocho horas, que va de 8 a 16 para quienes cursaban en turno mañana, y de 9 a 17 para quienes lo hacían por la tarde. En contraturno tienen talleres como Inglés, Computación, Teatro, Expresión Corporal, Vida en la Naturaleza, Danza y Acompañamiento al Estudio, donde hacen la tarea, refuerzan los conocimientos y preparan un trabajo práctico con el tallerista. En total son 240 alumnos (120 por turno) los que aquí desayunan, almuerzan y meriendan cada día.

Con tantos talleres, el espacio les ha quedado chico. Por ejemplo, el salón de actos tuvo otro destino y las ceremonias se realizan en el patio; por eso tienen programada la construcción de cinco aulas.

Sobre las características de esta modalidad, Diana Bes nos cuenta que “contiene mucho a los chicos; ya no se los ve tanto en la calle y además acá realizan actividades que los papás tal vez no podrían pagar. En general las familias están muy contentas”, sostiene. Y destaca la buena predisposición y el entusiasmo con el que trabajan los padres. El viernes 8 hicieron el acto del Día del Niño y ya estamos programando el festejo de la Primavera para el 26 de septiembre. “El año pasado se hizo bicicleteada, barrileteada, un picnic en el camping y la quema del muñeco. Para este año los papás quieren carrozas. Ellos se entusiasman y siempre participan; hicieron pochoclo y banderitas para el 25 de Mayo, y el 8 de julio se vendieron más de 100 docenas de empanadas. Hay una nena que necesita unos anteojos que salen $700; los alumnos hicieron una alcancía y traen dinero. La escuela es centro de lo que les pasa; son muy solidarios”, acota.

Docente destacada

Durante la entrevista, visita la dirección Mariela Serpa. Saluda a Diana Bes y hablan del reconocimiento que recibió la semana pasada, ya que fue elegida para recibir el Premio “Maestro Manuel Antequeda” del departamento Colón, edición 2014.

El mes próximo en Paraná un jurado conformado en la Dirección de Planeamiento del CGE, evaluará los currículum y eligirá de acuerdo al trabajo, desempeño y vocación, al docente que recibirá por Entre Ríos el Premio Maestro Destacado en la Nación.

De paso aprovecha para aclararnos que cuando se conoció la noticia de su distinción se dieron a conocer algunos datos erróneos: Diana lleva 26 años en la docencia y 18 en esta escuela, y el libro “Nuestro barrio El Brillante, creencias y costumbres” se editó en el año 2005 y no para el centenario del barrio.

Delegados
La escuela lleva a cabo un proyecto de convivencia. Se trata de un sistema de delegados pertenecientes a los grados superiores que han sido elegidos democráticamente por sus pares. En total son 18 delegados, dos vicedelegados y un presidente.

Cada uno de ellos tiene a su cargo a un grado que no es el suyo (de 1° a 6°) y facilitan herramientas para que los conflictos se resuelvan en forma pacífica. Llevan una planilla mensual y el grado ganador se hace acreedor a un viaje.

“Para los delegados es un honor. Evalúan la puntualidad, el comportamiento, el orden, la responsabilidad y la formación, entre otras variables. También relatan cuentos en el aula”, dice Diana.

Durante el recreo, es imposible no reconocerlos. Planilla y birome en mano, están atentos a todo y sus indicaciones son bien aceptadas por el resto. “Los chicos mejoran si es un par quien los ayuda”, explica.

El proyecto ha sido reconocido con un viaje a El Palmar que realizarán próximamente.

Cuando suena el timbre para volver al aula, la directora los convoca a sus delegados para sacarse una foto. Los chicos se acercan, la llaman “señora”, pero la abrazan con la calidez con que se abraza a alguien de la familia. Le avisan que falta un compañero, después otro. Rubén hace varias tomas de la foto hasta que por fin están todos.

Seguramente habrá mucho por mejorar en las escuelas públicas entrerrianas; pero también se ve que algunas de las políticas que se implementan de a poco dan sus frutos. Es un trabajo arduo frente al que no hay que bajar los brazos, porque ya sabemos que la educación que se imparte en las escuelas es una de las mayores herramientas para construir el futuro. Y pese a los inconvenientes que a diario les toca enfrentar, directivos y docentes trabajan con una dedicación admirable.

“Se nota que los chicos la re quieren”, me dice el fotógrafo mientras esperamos. Y se nota que es mutuo. Una toma final y nos vamos. Valió la pena levantarse temprano a pesar del frío. Pasamos aquí casi toda la mañana, y hemos comprobado una vez más que es maravilloso –en estos tiempos difíciles más que nunca- educar con una sonrisa.
. Afuera, una mañana muy fría. Pero al entrar a la dirección, no hacen falta estufas para que el clima sea de calidez." data-share-image="https://media.elentrerios.com/fotos/2014/08/18/o_1408403440.jpg" > Enviar Imprimir

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