¿Cómo empezó tu carrera?
Empecé a hacer teatro hace 35 años en Buenos Aires con Norman Briski. Primero en tiempo de dictadura, después él se fue y tuvimos que separarnos. Con la vuelta de la democracia empecé a trabajar con Jorge Vázquez Santamaría, que además de ser mi maestro me dirigió en "El Hombre que se creía Freddy Mercury", mi gran éxito como actor en Buenos Aires.
Después comencé la tarea pedagógica con la formación de actores, hasta ahora, alternando como actor, director, autor.
¿Cuándo desembarcaste en Colón?
A Colón llegue hace 8 años, vine porque me invitó la Municipalidad de Colón. Fui profesor de teatro para la Municipalidad durante 4 años, deje y después me volvieron a convocar.
En ese interín de un año instalé la escuela de teatro La Mouette, que también funciona en Villaguay, Buenos Aires y Francia.
¿Viajás seguido a Francia?
A Francia viajo 3 veces por año. Normalmente enero y febrero que acá es periodo de vacaciones, y viajamos en Julio porque hacemos un encuentro internacional que se llama "Las Teatradas". Participan 50 jóvenes de Alemania, Italia y otros lugares del mundo y estamos 11 días en un lugar haciendo teatro los 11 días.
¿La gente de Colón es de ir al teatro?
Yo creo que sí. Tenemos que reconocer que hay un público cautivo en estos años que por lo menos cada vez que lo convoca La Mouette viene a ver teatro. Pero además como conoce el teatro también viene a ver otras puestas que se generan tanto en el Centenario como en el Gran Colón.
Se genera también con el turismo una apertura al teatro bastante importante.
Lo que es importante es que mucha gente de Colón que defiende el teatro local, la identidad de los artistas locales y esto es muy bueno.
En septiembre hacemos un homenaje a Griselda Gambaro, dos unipersonales "Falta de Modestia" y "Mi Querida, en octubre debuta grupo Guateque con Comunidad (una obra que escribí yo), el 14,15 y 16 de noviembre hacemos el festival de La Mouette, donde estrenamos Venecia y Jardín de Otoño. De acá hasta noviembre tenemos un programa importante.
En lo personal, ¿Qué papel tiene el arte en tu vida?
Es mi vida. En realidad el arte me transformó, yo soy artista de muy joven y de muy joven soy papá así que construí con el arte mi propio crecimiento como persona. Es mi pasión, es mi vida.
En la vida en general el arte es de alguna manera la predisposición artística que uno tiene frente a la vida. No sé que podría decirte desde esta posición porque soy un artista, pero también soy un padre, soy un ser humano, soy un marido, soy un hijo. El artista tiene una predisposición a la vida y frente a la vida distinta.
¿El artista es diferente a los demás?
No, somos iguales, simplemente que disfrutamos del arte como parte de nuestra existencia y nuestra vida esa es la diferencia.
¿Y el aplauso?
Es la respiración del artista, el artista sin aplausos se va muriendo de a poco. Necesita el aplauso como una pulsación del corazón, sin aplausos el artista como que va desfalleciendo, es una necesidad casi natura, innata.
Antes de ser artista uno se da cuenta de que necesita el aplauso y elige esta carrera. Porque hablo del artista en particular puede ser un actor, un músico, un bailarín, etc.
A pesar de no cumplir el rol de espectador, ¿te emocionás con las obras?
Siempre, siempre me emociono. Con esta puesta por ejemplo (acababa de estrenar El amateur), la vi un montón de veces y siempre me emociona.
Me gusta emocionarme porque quiere decir que no pierdo el registro de la sensibilidad por ahora, Dicen que cuando vamos creciendo nos hacemos más duros, más insensibles y yo gracias a dios todavía esa sensibilidad la conservo y me gusta.
¿Qué es lo que más disfrutas del teatro?
La aplicación del recurso. Yo trabajo bajo el método de Stanislaski, entonces hay una aplicación de memoria emotiva que hace que el actor pueda generar con este recurso emocionalidad en momentos en que la dramaturgia lo exige y lo pide. Me da la impresión de que la aplicación de ese recurso es un momento de placer.
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