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Sin remuneración alguna, estos pequeños grandes Artesanos dan a conocer sus actividades, técnicas y ocurrencias a toda la comunidad.

Todos han fabricado, con sus propias manos e ideas, un portarretratos donde hacerse conocer. Las fotos hablan por sí solas. Las sonrisas invitan a pasar, nos dan la bienvenida.

Un hombre mayor -de remera azul y anteojos prominentes- ingresa al lugar sin saber qué hacer. Camina perdido, como buscando algo, o buscándolo todo. ¡Qué belleza! Exclama pidiendo un cómplice entre la multitud ¡Cuanto trabajo! Agrega…

Si, labor sobra, porque se trata de una edición más de la Muestra de trabajos de la Escuela de Arte Cerámico de nuestra ciudad. Los ceramistas de “La Casona” despiden el año y reciben el turismo con su Tradicional Muestra Anual: una recopilación de trabajos y emociones.

Dicen que “las pilchas se parecen a sus dueños”, y aquí hay mucho de eso. Desde una punta a la otra, se respira personalidad. Todo lo que se puede observar dista mucho de los híper conocidos productos Standar .Los trabajos parecen ser la imitación de su propio creador, característica esencial que los convierte en una auténtica y original Obra de Arte.

En esta época del año, las paredes blancas no lucen su color. Están camufladas, casi por completo, detrás de dibujos, cuadros, platos, atrapasueños, y algún que otro invento de algún ocurrente creador.

“El arte es el placer de un espíritu que penetra en la naturaleza y descubre que también ésta tiene alma”, puede leerse en un cartel pegado en una columna, que aún no ha sido invadida por la muestra.

No hace falta ser un ávido observador para percibir que los niños que transitaron aquí han aprehendido bien el culto a la naturaleza. Sin dudas, también hubo quién supo transmitir la magia y el alma de ella.

Desde el 17 de julio de 1978-fecha en que nace la institución- hay alguien que se dedica a inculcar el valor de crear objetos con las manos. Hoy, y desde hace más de 20 años, es Inés Barragán la portadora de conocimientos y valores capaces de incentivar en los demás el amor de trabajar con el barro. Su objetivo, al igual que en los comienzos, es dar a los demás las herramientas necesarias para desarrollar expresiones artísticas, culturales, y sociales.

Su experiencia como alumna fue el comienzo sin fin de esta linda historia. A los 60 años se declara orgullosa de cada trabajo concluido. Dice sentir el orgullo de madre cuando nota el crecimiento de los chicos.

Su sonrisa es de reencuentro…Emana una energía tal, que contagia a sus discípulos. “Todos los años son buenos. Y todos los grupos son lindos” precisó Inés, en diálogo con El Entre Rios.

Con respecto a la evaluación anual, Barragán señaló: “Este año se hicieron menos trabajos pero más elaborados. Se utilizó mucho la técnica de chorizo, porque los chicos lo pidieron. Además, ellos tuvieron la iniciativa de utilizar la técnica Raku , un primitivo y particular tratamiento de la arcilla. Esta actividad fue desarrollada en conjunto con niños de capacidades diferentes, que se han incorporado a las actividades de la Escuela”.

Cabe destacar que Raku es un modo de elaboración de la cerámica utilitaria de origen oriental. Se trata de una compleja alquimia donde intervienen los cuatro elementos: tierra, fuego, agua y aire.

Con respecto a los cambios que han tenido lugar este último año, Inés Barragán destacó que tuvo el agrado de trabajar con alumnos de “Rayo de Luz”, quienes han tenido un desempeño excelente.

Además, se ha implementado el uso de crayones para pintar sobre bizcochos (piezas de arcilla que han sido horneadas), los cuales son construidos en la misma escuela.

Las puertas están por cerrar, y se ve a lo lejos dos mesas rectangulares enfrentadas. Son el sostén del producto anual. Vasijas, cuencos, Ta- Te-Ti, muñecos, árboles de navidad, y la tradicional taza de té son parte de ello.

Para los escépticos, será una simple exposición de “cosas sueltas”. Pero para quienes saben el valor de la naturaleza, es “la obra maestra”, el fruto de la imaginación, y las emociones hechas material… ¡Aquí sí que se respira positividad!
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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