"La situación del río es muy variada. Hay tres factores que afectan la calidad de agua: los efluentes de origen urbano, los residuos de la actividad agropecuaria y los de la actividad industrial. La calidad de agua que se viene monitoreando no detecta factores por fuera de la normativa. Los controles deben ser cada vez con mayor nivel de detalle; estamos trabajando para modificar la normativa por otra más exigente y acceder a estándares mucho mayores", comenzó diciendo Orrico.
Por su parte, la Dra. Bazalo explicó: "Monitoreamos las playas de 9 ciudades argentinas y otras 9 de Uruguay, son 500 kilómetros con 35 playas monitoreadas; todas las semanas salen dos equipos de trabajo. Una vez que uno analiza la calidad del agua obtiene los resultados y los compara con los de la legislación nacional; a partir de allí se sabe si la playa está apta o no para utilizar".
La funcionaria dio a conocer que "En esta y en varias ciudades como Federación, Puerto Yeruá y Uruguay "han excedido algunos parámetros de calidad para uso recreativo de los bañistas. La CARU informa todas las semanas a las intendencias y coloca los datos en el sitio web para que los usuarios controlen si tienen riesgo de contraer alguna enfermedad hídrica".
Y agregó: "En Colón hay que prestar atención sobre los coliformes; no así en las floraciones algales, lo que conocemos como verdín, ya que en ese aspecto las playas de Colón están aptas para ser utilizadas". Y agregó que la playa de San José presenta similares condiciones, "aptas en relación a las cianobacterias pero los coliformes son un tema a tener en cuenta".
Bazalo indicó además que "en las principales turísticas del mundo se hacen estos monitoreos y se informa a la población. La CARU tiene un procedimiento estandarizando para realizar ese muestreo: profundidad, lugar, dónde se envía la muestra, qué laboratorio la analiza y cómo se la compara con la legislación. Por cuestiones logísticas, cada playa se monitorea en diferentes horarios".
"Lo que pasa en Colón no es ajeno a lo que pasa en el resto de las ciudades del río Uruguay tanto argentinas como uruguayas. El desafío es el trabajo conjunto de los municipios, provincia y nación, y los organismos que tienen competencia sobre el río para trabajar sobre obras de infraestructura que permitan mitigar los efectos de la actividad del hombre sobre el río. La tendencia al aumento del nivel de contaminantes en el río Uruguay es creciente a lo largo de la historia, tenemos que lograr que eso se revierta", finalizó.
