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'Todo es cuestión de llevar una vida tranquila', de Alicia Larde, la mujer de John Nash, el famoso matemático que inspiró la película Una mente brillante al referirse sobre cómo pudieron convivir con la esquizofrenia.

La inteligencia despierta admiración, de eso no hay duda. Ahora son las historias de superación personal las que nos inspiran, las que nos invitan a intentar superar los problemas que nos aquejan. La vida de John Nash nos habla de todo esto.

No era un ser humano perfecto, sino que, como todos, cometió muchos errores, entre ellos, no reconocer a un hijo en su debido momento. Tampoco la tuvo fácil.

Nació el 13 de junio de 1928 en una zona remota de Virginia occidental, Estados Unidos y desde chico le costó trabajo conseguir amistades, sólo tuvo dos amigos que perdió al poco tiempo.

Su vida pareció mejorar cuando empezó la universidad, en donde se desarrolló espectacularmente, y con sólo 21 años presentó su tesis doctoral sobre la teoría de los juegos, que le haría ganar el Premio Nobel de Economía en 1994 y el premio el Premio Abel de la Academia Noruega de Ciencias y Letras, considerado el Nobel de las matemáticas este año.

Pero antes del reconocimiento mundial por su labor, tuvo años difíciles, años de lucha contra una de las enfermedades más duras: la esquizofrenia paranoica. Una enfermedad que él logró, con el apoyo de su mujer, superar.

No le fue fácil, sino que le llevó tres décadas de esfuerzo poder volver a la realidad. Uno de los efectos de la esquizofrenia es que la persona empieza a vivir una realidad paralela, creada por ella misma y carente de todo tipo de verosimilitud. De hecho, cuando durante una visita al psiquiátrico, un profesor del MIT le preguntó a Nash cómo podía un hombre tan inteligente y lógico creer que los extraterrestres le enviaban mensajes, la respuesta del premio nobel fue contundente: 'Porque las ideas sobre seres sobrenaturales vinieron a mí de la misma forma que las ideas matemáticas. Por eso las tomé en serio'.

Nash logró convivir con su enfermedad, y volver a ser el mismo, y no más el loco que deambulaba por los pasillos de la universidad de Princeton. Volvió a ser profesor de esta prestigiosa casa de estudios y también del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). De esta forma, encarriló una vez más su vida.

Igualmente, junto a su mujer, ayudaron en la concientización de esta enfermedad y ayudaron en la recaudación de fondos para la lucha contra ella.

La vida nos pone a prueba, nos coloca obstáculos que a veces realmente podemos superar, a veces no. Hay cosas que no superaremos, pero que aprendemos a vivir con ellas. Nash aprendió a vivir con esquizofrenia, no es que se curó. Puede entonces que todos podamos hacerlo, no será fácil, eso es seguro, y llevará tiempo. Pero si otros lo han logrado, por qué nosotros no. Sí, era un ser muy inteligente, pero también pedante, que con el gran apoyo de su mujer y una tremenda fuerza interior logró salir adelante.

El camino a tomar está en cada uno, conocer estas historias nos ayuda para decir yo puedo.

Mueren John Nash y su mujer en accidente automovilístico

Una muerte nada predecible para el gran matemático John Nash, experto en teoría de juegos y en ecuaciones diferenciales parciales. El hombre que se aferró a su inteligencia para pelear con la terrible enfermedad que padecía, la esquizofrenia, falleció el sábado 24 por la noche a los 86 años en un accidente de tráfico en Nueva Jersey (Estados Unidos). Viajaba en un taxi junto a su mujer, Alicia López Harrison de Lardé, de 82 años, que también murió en el siniestro.

El coche en que se desplazaban Nash y su mujer se estrelló cuando intentaba adelantar a un vehículo, según ha informado la policía a medios locales. De acuerdo con esa versión, la pareja no llevaba el cinturón de seguridad, por lo que salió despedida del vehículo tras el impacto.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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