De mi mayor consideración:
Tengo el agrado de dirigirme a Uds., a efectos de hacer saber un hecho que, ocurrido en el Hotel, me llena de orgullo y esperanza.
En efecto, siendo vecino de Colón, hice, y de hecho continúo en la actualidad, haciendo uso frecuente de las distintas ofertas del hotel, ya sea por razones físicas; laborales, o sociales.
Fue así que, a principios de febrero, en circunstancias en que me encontraba desayunando en la confitería Snack Bar Svizzera, fui atendido como siempre por parte del personal de turno, muy amablemente, mientras aproveché para programar las tareas diarias.
Concluido el desayuno abone la cuenta y me retiré para continuar con mis actividades. Fue un rato más tarde cuando me percaté que se me había extraviado una birome Parker de oro que además de su valor económico, tiene otro valor extra, que sentimentalmente, me resulta muy superior a aquel, (para dar una simple idea comento que la birome es un obsequio que tiene más de veinte años en mi poder); y fue así que, lógicamente, volví sobre mis pasos tratando de recordar, dónde la pude haber perdido.
Todo resultó infructuoso, y finalmente, traté de aceptar la idea de la pérdida, ya sin esperanza.
Pasados unos cuántos días surgió mi vuelta al Snack Swizzera y fue entonces cuando la señorita Jessyca Arguet (empleada del Hotel, que encontró la birome) apareció a saludarme con la birome en la mano.La misma rechazó toda gratificación (ante mi ofrecimiento) y solo dijo que hizo lo que debía hacer.
Es mi deseo resaltar este hecho, más aún, en las circunstancias en que nos toca vivir; en medio de la desconfianza, la inmoralidad, la hipocresía y la deshonestidad generalizada, que fomenta la idea del logro sin esfuerzo.
La honestidad es importante en cualquier actividad, en la hotelería resulta imprescindible.
Actitudes como la de la Srta., Arguet nos muestran un camino a seguir de gente honesta, y además eficiente, que espero, se multiplique.
Fernando José Lemme
Chacabuco 354 de Colón Entre Ríos
