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El sábado por la noche en Gualeguaychú la Unión Cívica Radical vivió una Convención Nacional histórica. Tras un extenso debate que dejó a las claras el marcado desacuerdo entre sus referentes, se votó por mayoría la conformación de una alianza UCR-PRO a nivel nacional.

Para muchos radicales significó vender los ideales del partido. Para otros, un claro signo de apertura con miras a enfrentar al kirchnerismo en las próximas elecciones.

Al respecto, El Entre Ríos entrevistó a Ariel Rottoli, Presidente del Comité Departamental de la UCR.

-¿Quién salió ganando más en el acuerdo que sellaron el sábado la UCR y el PRO?
-Yo creo que el partido salió fortalecido porque la Convención Nacional le demostró a la sociedad el grado de participación del radicalismo a la hora de dirimir sus candidatos y los acuerdos.

-Está claro que lo que ocurrió fue un acto puramente democrático. Ahora, generó una fuerte división creo que histórica en el radicalismo.
-Espero que esta división dure 15 o 20 días y los radicales entendamos que la mejor forma de hacerle frente a un kirchnerismo que está avasallando al país con una gran división, es la gran oportunidad de recuperar el poder y darle al país el gobierno que se merece. Cuando no logramos hacer entender nuestra postura y torcer la elección hacia nosotros los radicales somos así, quedan algunos resquemores. Hay que dejar en claro que lo que el partido va a hacer es ir a las PASO con partidos que no se estaba acostumbrado por lo ideológico. Lo hablaba con vos la otra vez, yo había manifestado que eran como el agua y el aceite, pero está claro que este tipo de acuerdo uno busca la mejor posición para el partido; para mi forma de ver va a beneficiar al radicalismo.

En lo que tiene que ver con lo provincial, el 28 de marzo vamos a estar realizando el Congreso Partidario en San Salvador, algo muy parecido a lo que fue la Convención Nacional. Cada departamento tiene sus congresales; ellos le darán al partido las herramientas en la provincia para que haga sus frentes. Hay posturas diferentes, pero la que más marcada está es el acercamiento con el PRO.

-Creí que el acuerdo en Entre Ríos ya estaba cerrado. Al menos es lo que interpreté luego de la reunión que mantuvieron Sanz y Macri el 5 de marzo en Gualeguaychú.
-No, el Congreso Partidario lo va a resolver. Por lo que se sabe, la mayoría de los congresales está de acuerdo. Todo indica que se acompañaría la decisión del partido a nivel nacional.

-¿Pensás que Sanz tiene posibilidades de ganarle a Macri en las elecciones primarias?
-Yo creo que sí, cómo no. Sanz es una persona que está en boca de todos los votantes; tiene un discurso muy claro y contundente. Habla de las posibilidades de inversión y empleo genuino que en este momento en nuestro país no están. La Argentina no puede seguir pensando solamente en planes sociales sino que tiene que pensar en la dignidad de la gente que da el empleo.

-Para muchos radicales Macri no representa precisamente la dignidad del trabajador.
-Para algunos no. Esto está planteado en los medios como si hoy por hoy la izquierda y la derecha fuesen tan marcadas. Si decimos por ejemplo tener los hospitales sin cosas básicas como médicos de guardia las 24 horas y los servicios que corresponden, algunos dirían que eso es más de derecha, sin embargo nuestros hospitales carecen de eso con un gobierno que se dice de izquierda. El macrismo le dio al habitante de capital obras muy claras y contundentes; no quiero que se malinterprete que estoy defendiendo el gobierno de Macri, pero digo que hay cosas que los gobernantes hacen que no tiene que ver con la izquierda o la derecha. Por ahí en lo que tiene que ver con lo económico luego del acuerdo habrá mucho para ahondar y repasar, y tratar de imponer lo que el radicalismo piensa en esa materia para el país. Pero hoy Macri habla de lo mismo que Sanz: de empleo genuino, fomentar inversiones, que el país camine sin la necesidad tan cercana del estado para solucionar el tema del empleo.
El concepto de derecha e izquierda viene de muchos años y lo único que ha hecho es dividirnos. Si el Justicialismo quiere hablar de derecha e izquierda, yo les pregunto qué hacían el día que Carlos Menem se presentó a la reelección, nos seguía vendiendo el país y sin embargo ellos le seguían poniendo el voto. Hay muchos que tienen un muerto en el placard y se rasgas las vestiduras diciendo “somos la revolución”, “somos de izquierda”. Esto nos llevó a que en 2001 terminemos en una crisis espantosa a la que nadie quiere volver.

-¿Por qué pensás que el partido no aprobó la incorporación de Massa en este acuerdo?
-Porque vemos que Massa fue funcionario del kirchnerismo y muy cercano al gobierno del Cristina. A la mayoría de los radicales nos identifica más un acercamiento con Macri. Pero en algunas provincias hay acercamiento con el massismo. El Congreso del 28 va a estar abierto a que los municipios incorporen dentro de su frente electoral los partidos que mejor consideren.

-¿Crees que el sábado 28 puede pasar algo similar a lo ocurrido en la Convención Nacional? No me refiero a la votación, sino a la protesta que hubo afuera.
-Creo que mediáticamente fue más marcado de lo que en realidad ocurrió. Hubo algunos desmanes y empujones, pero los correligionarios que estuvieron en el lugar dicen que tampoco fue como se contó.

-Los empujones de por sí son graves, pero creo que lo más fuerte fueron las cosas que le gritaban al presidente del partido, lo insultaban más que a Macri. No sé si va a ser fácil para un partido centenario volver de esto.
-Lo lamentamos mucho porque de esas palabras y de ese tipo de agresiones no se vuelve. Uno tiene la firme convicción de que cuando uno pierde una elección el partido siga unido. Los que estaban en el congreso el sábado en Gualeguaychú eran nada más y nada menos que los representantes del radicalismo a nivel nacional. Estaban representadas todas las provincias. Era el radicalismo puro que estaba dirimiendo el futuro del partido. Los que estuvieron en el recinto manifiestan que fue un ejemplo de democracia y participación. Fueron alrededor de 15 horas de debate. Los jóvenes tienen otra pasión que los que tenemos más años en política. Pero me gustaría que se resalte lo que pasó adentro y no esto.

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