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Al menos 100 mil litros de gasoil fueron a parar al curso del río Uruguay, debido a una rotura en las mangas de la empresa petrolera uruguaya ANCAP. La gravedad del hecho fue tal que Paysandú se quedó sin agua potable durante al menos 24 horas y el Ejército del vecino país debió proveer el líquido vital a los vecinos.

Ayer ?luego de tres días de ocurrido el hecho- la CARU hizo su primera comunicación oficial. En principio, el organismo hace saber que efectúa "inspecciones visuales en el lugar" y también "extracciones de muestras para constatar presencia o ausencia de hidrocarburos".

Además, informa que está en "coordinación con las Prefecturas de ambas márgenes" y, en caso de detectarse manchas superficiales, se extraerían las muestras para determinar el comportamiento del derrame a diferentes distancias de su epicentro.

Para hacer un análisis integral de la situación, la CARU solicitó información a Obras Sanitarias del Estado (OSE-ROU), a la Prefectura Nacional Naval (ROU) y a la Prefectura Naval Argentina.

Finalmente, la entidad destaca que toda la información que se reúna hará posible determinar el alcance del derrame, como así también diagnosticar el estado actual del Río Uruguay.

Cuestionamientos de los ambientalistas

En diálogo con El Entre Ríos, Carlos Serratti ?integrante de la Asociación Ciudadana Ambientalista Colón- se preguntó las razones por las cuales no hubo alerta inmediata de la situación. "¿No existe acaso un protocolo implementado a través de CARU para contingencias de esta naturaleza? Prefectura Argentina tiene protocolos de procedimiento, si bien no sucedió en jurisdicción Argentina, es de esperar que el alerta sobre el hecho haya llegado en tiempo y forma a la Prefectura Argentina de parte de la Prefectura de la ROU. ,si no también estamos en problemas", aseguró.

"Evidentemente, aún falta mucho por recorrer en términos de integración, pues no son suficientes ceremonias, actos protocolares y declamaciones, sino también la plena conciencia de que la utilización y el permanente deterioro que está sufriendo el río Uruguay es un tema que nos concierne por igual a ambas márgenes", reflexionó Serratti, y agregó: "Aún está presente y sin resolver la situación planteada ante la instalación de Botnia-UPM sobre la que todavía hoy no se conocen qué tipo de sustancias se están vertiendo al río, qué cantidad y en qué concentración, como tampoco nada se sabe de los efluentes gaseosos".

"La situación nos habla nuevamente de la fragilidad de nuestro río Uruguay del que mucho se habla y muy poco se hace para revertir su actual deterioro. Es más, alegremente se anuncian dragados, canalizaciones, nuevas obras como si estuviéramos frente a una situación que de muy fácil modo podría manejarse. Lamentablemente, frente al actual estado de cosas, incluyendo imprevistos derrames, cualquier otra situación nos queda demasiado grande".
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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