Todos los días hay algo que acapara la atención de la gente y yo le pongo un toquecito de humor. En realidad es como veo la vida. Hay temas serios, importantes, sobre los que uno no puede satirizar, porque a la gente le afecta afectivamente, pero le ponemos un toquecito simpático, explica Garay.
Con personajes infaltables que dan carne a sus historias como la suegra o su ex esposa, a la que bautizó Tornado porque dijo vino a mi vida con toda la fuerza y el calor, y cuando se fue se llevó la casa, el auto y hasta los chanchos, Cacho desanda las historias más comunes de la vida cotidiana para dar forma a una fiesta familiar, como le gusta llamar a sus espectáculos. El público termina siendo el único protagonista.
A pesar de que se hizo conocido en televisión, Garay no lo duda: a la hora del chiste, nada mejor que tener al público en vivo y en directo. En el teatro la respuesta es inmediata, estás viendo el resultado en las caras de la gente, escuchando el aplauso. Eso es maravilloso. Cada persona sentada en una butaca aplaudiendo es mucho más valioso que un Martín Fierro o un Oscar, dice.
Toy feli, jueves 17 de abril, 21.30 horas en el Teatro Centenario de Colón.
