Para rememorar aquella historia y celebrar los múltiples frutos de vida que produjo, Liebig fue elegida como lugar propicio para este 1° Encuentro Internacional de la Familia Bodean Bodeant.
La emotiva cita comenzó a media mañana del sábado 15 de noviembre de 2014, en la capilla de Liebig, donde Monseñor Heriberto Bodeant, Obispo de Melo, celebró una Misa de acción de gracias.
Ya cerca del mediodía, los Bodean Bodeant se trasladaron a la Cruz Mayor del Cementerio de Liebig para rendir homenaje a todos los fallecidos de la familia y de la comunidad.
Finalmente, fue el emblemático Club Liebig y su salón de fiestas, que no por casualidad lleva el nombre de María Delia Titina Bodeant, el que albergó el momento crucial de la mesa compartida.
Titina dejó su huella en la comunidad de Liebig con su incansable espíritu de servicio, con el que emprendió multitud de iniciativas en favor de la localidad que tanto amaba.
Tanto Titina como sus hermanos, Gogó (que se radicó en Buenos Aires), Hugo (en Colón, donde se desempeñó en el Correo), Tota (también residente en Colón) y Coco (en Buenos Aires), son todos hijos de Antonio Bodean, el uruguayo nieto de Dominique que allá por 1924 cruzó el río y se radicó en la Argentina, fundando una prolífica familia con Delia Etchenique, que hoy se expande a través de sus nietos y bisnietos.
Momento singular de la fiesta fue el protagonizado por Monseñor Heriberto Bodeant, al exhibir documentación en francés sobre los orígenes de la familia, así como también copias de partidas de nacimiento de parroquias uruguayas, que procuraron arrojar luz sobre la historia.
El segundo encuentro, que se proyecta para Septiembre u Octubre de 2015, probablemente será en Piñera o Guichón, una zona de la República Oriental del Uruguay muy cara a los sentimientos de la familia.
