Miguel Sabatier tenía 37 años cuando fue elegido Presidente Municipal por primera vez, el 1 de agosto de 1874. Habían pasado once años desde que se fundara Villa Colón.
Ni bien asumió declaró que todo pondría en obra para llevar adelante el delicado cargo que se le había confiado. Fueron múltiples las tareas que impulsó y algunas de singular trascendencia para el progreso de la Villa, entre otras, dispuso todo lo necesario para delineación, amojonamiento, compostura y adorno de la Plaza Washington.
Gestionópersonalmente, ante el Presidente de la municipalidad de Buenos Aires, el envío de vacunas para detener los estragos de la viruela(procurando satisfacer el pedido urgente que le hiciera el médico municipal: Don Martín Reibel).
Invitó al Ministro de Gobierno de la provincia, junto a los caballeros que lo acompañan a que realice una visita a la Colonia San José, a la que describe como una de las colonias agrícolas más importantes de la República Argentina con el fin de que el magistrado se involucre e interiorice de las necesidades que requería el desarrollo de la colonia.
En otro aspecto,Sabatierimpulsóuna comisión encargada de hacer la colecta de fondos destinados a la construcción del cementerio, al mismo tiempo que gestionaba con la viuda de Urquiza, Doña Dolores Costa, la donación del terreno destinado a establecer allí el primer cementerio de la ciudad, cuya obra estaría terminada en marzo de 1875.
Durante este primer mandato también se puso en marcha otra gestión de fundamental valor, sobre todo en una sociedad en que la mayoría no sabía leer ni escribir: se acordó el nombramiento de una comisión, en cada cuartel de la colonia, encargada de reunir fondos entre los vecinos con el objeto de establecer una escuela en cada uno de los cuarteles, aprovechando los beneficios que brindaba la ley nacional de educación. Se nombró otra comisión, destinada a la labor edilicia de la Iglesia de Colón y se procuró la compostura del paso del Arroyo del Medio (hoy Artalaz).
El 22 de abril de 1875 el Presidente municipal Miguel Sabatier invitó a todo el vecindario a concurrir al puerto para recibir al Presidente de la República Nicolás Avellaneda y al Gobernador de la Provincia de Entre Rios, Leonidas Echagüe.En un completo informe de los requerimientos de Colón y de la Colonia San José,Sabatier escribió a Avellaneda solicitándole apoyo financiero con las obras que necesitaba la población, entre ellas la construcción de más escuelas en la Colonia donde solo existían dos para los 2900 habitantes de entonces; solicita su ayuda para poder terminar la Iglesia de Colón; le hace presente también la necesidad de que la obra del muelle de Colón, que el gobierno nacional mandó construir sea refaccionada y concluida. También le solicita si puede disponer de una suma para ayudar en la construcción de un puente sobre el arroyo entre Colón y la Colonia. Respecto a las escuelas públicas de Colón, le hace saber que las necesidades que se refieren a instrucción pública están perfectamente llenadas.
Estas actividades fueron gestadas en un breve período de tiempo. Ardua fue la tarea de dotar a Villa Colón de todo lo necesario para su desarrollo. En este primer período al frente la corporación municipal, Miguel Sabatier se hallaba acompañado por Don Mauricio Viollaz en ejercicio del cargo de Vicepresidente;AngelLuisicomo secretario interino, se desempeñó hasta su renuncia, momento en quees elegido unánimemente para el cargo de secretario Emilio Pons.
El 28 de enero de 1875 la corporación municipal reelige a Miguel Sabatier para el cargo de presidente Municipal. Este sería su segundo período pero no el último: vuelve a ser elegido Presidente municipal el 25 de septiembre de 1879 tarea que desempeñó hasta el 8 de enero de 1880 y, nuevamente será elegido en el mismo cargo en cuatro períodos sucesivos desde el 8 de enero de 1883 hasta el 10 de febrero de 1885.
Miguel Sabatier perteneció a la Logia Masónica Cristóbal Colón. En julio de 1876, fecha en que la Logia decide fundar la biblioteca popular, integra en carácter de tesorero la comisión organizadora que llevaría adelante tan importante iniciativa.
Los registros del primer censo municipal, realizado en 1882, revelaron que Miguel Sabatier, de origen francés, era de profesión molinero y estaba casado. Contaba en ese momento con 45 años.
El 4 de agosto de 1997, a través de una ordenanza municipal, se estipula que una calle de la ciudad lleve el nombre de Miguel Sabatier como modo de perpetuar a quien con su esfuerzo y dedicación ha contribuido a la organización de la corporación municipal.
