Tan arraigada actividad siempre fue llevada adelante en forma mayorista, dada la inexistencia de locales comerciales revendedores exclusivos de pollos como son las ahora emergentes pollerías de Villa Elisa, dedicadas a la venta minorista de diferentes partes crudas de aves.
A partir de 2010 -fecha aproximada- fueron abriendo sus puertas estas "carnicerías de pollo", persistiendo cinco en la actualidad, la mayoría complementadas con otros artículos de despensa además de los cortes avícolas en sus heladeras.
Aunque en estos años en algunos casos se mudaron, mutaron, vendieron o cerraron, en la actualidad se vuelve habitual pasar por alguna de ellas para hacer las compras, ya que se encuentran equidistantes entre ellas geográficamente hablando.
Probablemente por novedad o conveniencia, las pollerías parecen haber venido para quedarse e instalarse como un rubro comercial más en la ciudad jardín, tal como sucedió hace años con las pescaderías que se erigían dentro de la oferta de negocios locales.
