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Los avatares de la política lo describieron con un argentinismo: se llamó la “borocotización” de la política, en alusión a aquel profesional de la salud que asumiera como legislador por una fuerza política para luego cambiar de bando e integrarse al bloque del oficialismo. Desde entonces, este viejo dilema de la representación democrática encontró nombre para una práctica añeja en la política argentina.

Esta semana, la concejal Mónica Miletich tomó la decisión de abandonar el bloque por el que fue electa en 2011 y pasarse a un nuevo bloque filo-oficialista, lo que reabrió la discusión.

Para muestra, basta un botón

Si bien el tema tiene raíces profundas y de larga data, el debate se reabrió esta semana en Concepción del Uruguay cuando la concejal opositora Mónica Miletich abandonó su bloque del Frente Entrerriano Federal (liderado por el exgobernador Jorge Busti) para retornar “a mis orígenes”, como ella mismo lo describe, encolumnandose detrás de la lista oficial del PJ uruguayense que encabeza José Lauritto como candidato a Intendente (FpV).
El “pase” de la concejal uruguayense abre una nueva página de esta tradición, muy de moda entre las prácticas del peronismo entrerriano que se ha dividido para las elecciones y unificado una vez superado el proceso electoral. Así ocurrió en 2007 con la famosa “Lista 100” liderada por Julio Solanas, que despotricaba contra Urribarri durante el proceso electoral y se alineó rápidamente con cargos de relevancia dentro del Gobierno urribarrista a pocas semanas de los comicios. La escena se volvió a repetir en 2011, con la totalidad de los legisladores que fueron electos por el Frente Entrerriano Federal, como lista opositora al oficialismo, y a poco de asumir se integraron al bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura Entrerriana.

¿Traición al voto popular?

Lo que está en discusión no es otra cosa que la legitimidad de la representación de la ciudadanía que vota una opción de oposición, y luego se encuentra que sus representantes terminan levantando la mano para el oficialismo u otro sector político al que no votaron.

El debate tiene aristas legales que ya han generado presentaciones judiciales incluso, con partidos reclamando la banca para sus partidarios ante algún caso de “borocotización”. En este punto, es importante decir que el sistema electoral vigente en Argentina estipula que los ciudadanos votan a los candidatos a través de los Partidos Políticos, y por tanto todo parece indicar que la representatividad la tiene el partido en cuestión y no el que ocupa una banca.

En esa línea se expresó el candidato a concejal por el Frente “Cambiemos”, José Gurne, quien manifestó en Radio Franca: “Lo primero que tendría que hacer (quien abandona el bloque de pertenencia) es pedirle perdón a la sociedad, esa es la primera medida que habría que tomar. Lo hemos visto en los últimos procesos electorales de la provincia de Entre Ríos, justamente con listas opositoras del peronismo que se pasaban al oficialismo: eso es una clara estafa a la soberanía popular”, sentenció el dirigente radical.

Pero más allá de las implicancias legales (todo indica que el tema será llevado a la justicia en Concepción del Uruguay), Gurne zanja la discusión poniendo el debate en otro lugar: “Hay una cuestión ética que debe predominar fundamentalmente, quizás la legal no esté cubierta o no esté pautada, pero hay una cuestión que es ética que debiera anteponerse”, expresó el candidato a concejal. Aquí, la cuestión deja poco margen para debatir cómo debe proceder aquel dirigente que resulta electo por un sector y por los avatares de la política termina integrado a intereses contrapuestos. Aunque el asunto así parece claro, no hay registro de renuncias que hayan honrado la relación de los representantes con los votantes.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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