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-¿Cómo está ahora la familia después de esos días tan dramáticos que vivieron?

Hoy ya estamos bastante más tranquilos todos, pero fueron nueve días desesperantes tanto para la familia como para todos, porque la gente se involucró muchísimo siempre de alguna u otra manera.

-¿La recuperación de Patricia sigue bien?

Está estable, pero con muchas secuelas. Se le realizó todo tipo de estudios y se va normalizando dentro de su estado. Se viene recuperando bien. Los médicos desde un principio nos habían dicho que era posible que tenga neumonía, que finalmente se confirmó ahora. Todo por el mismo cuadro. También se va recuperando de las lastimaduras en la piel, pero todo va a llevar un buen tiempo de rehabilitación general. Todavía no siente bien el cuerpo por su cansancio y su agotamiento con lo de la deshidratación. Desde que se le brindaron los primeros auxilios duerme y duerme. Posiblemente no haya dormido nada y, si es que estaba perdida, por ahí anduvo tres o cuatro días seguidos caminando, dando vueltas en el mismo lugar.

-¿Ya se puede comunicar con ustedes como para contarles por qué se fue y cómo pasó esos días desaparecida?

No. Te reconoce bien y todo, pero habla poco y nada. Cuando le preguntamos por qué se escapó o qué quiso hacer, dice que no se acuerda. Los médicos quieren que si ella nos cuenta algo, le sigamos la corriente, pero no quieren que la forcemos. Si es que se acuerda, ella cuando esté bien va a empezar a contar. Hay que respetarle los tiempos.

-¿Cómo calificarías el accionar de las fuerzas policiales en este caso?

Esa sí que es una larga historia. Es la primera vez que me toca atravesar un caso así, pero dejan mucho que desear. Me parece que se tardó desde el comienzo, porque del día uno ya partimos mal. Yo en realidad no sé cómo es, porque al tomar el caso un juez ya hay muchas leyes que por ahí no dejan actuar. Habrán pasado dos horas de su desaparición y algunas personas aseguraron haberla visto y dar aviso a la Policía, pero fueron y no encontraron nada.

-Surgieron muchos de esos datos que, me imagino, los han desorientado tanto a ustedes como a ellos mismos.

Sí, porque nos sacaron de la búsqueda. Ya habían surgido cuatro o cinco pistas fijas en las cercanías de Villa Elisa y después, al tercer día, aparece una de Santa Anita. También después fueron tres más en Paraná, que nos sacaron totalmente la idea del caso. Una chica como ella, en el estado que estaba y con lo poco que tenía, no pudo haber llegado nunca a Paraná, salvo que alguien la haya llevado. Para mí, eso de ir y volver está descartado. Lo que se imagina uno es que estuvo esos nueve días ahí, por esa zona. Parecería que no pudo haber estado todo el tiempo en el lugar donde se la encontró, porque su estado hubiera sido mucho peor. Habrá estado ahí cuatro o cinco días, pero antes en otro lugar donde le daban de comer. Es mi punto de vista.

-¿Qué nos podes contar acerca de la historia de vida de Patricia y de cómo empezaron sus problemas psiquiátricos?

Es todo por su misma enfermedad. Ella se crió totalmente distinta que nosotros. Siempre quería tener su casita y su trabajo, pero no entiende que no puede estar sola con sus chicos, no puede independizarse. Siempre nos comentaba que el geriátrico no le gustaba porque quería hacer su vida y tener independencia. Quería estar con sus hijos, que debe ser uno de los mayores problemas por los que buscaba salir. Cuando entró en ese lugar se llegó a un acuerdo que de parte de Acción Social tenían que llevarle los nenes dos o tres veces por semana y no se los llevaban. Al no ver los chicos se ponía muy mal. Ella tiene tres hijos. 16 tiene el varón, 14 la nena y otro más chico que tiene 10 años. Hasta hace algunos años los tuvo en una casa pero, por causas que todavía no sabemos bien, se quemó entera esa casita. Nunca supimos si fue por ella o realmente por un accidente. Ella no puede estar sola, es imposible. En cuanto a la higiene personal y de la casa, nada, no le gusta. Los adora a los chicos y los chicos a ella, pero no puede tenerlos. Un geriátrico no es un lugar para una chica de esa edad, pero acá no hay otra opción. Si no tendríamos que ponerle una casa con personas que la acompañen, pero nosotros no se lo podemos pagar.

-¿Cómo va a seguir su vida después que se recupere del cuadro actual?

Tendremos que tener una reunión muy importante entre la familia y el intendente, porque desde el municipio siempre estuvieron a nuestra disposición. Ahora la prioridad es lo más inmediato, su recuperación. Después habrá que charlar muy intensamente.

-¿Qué enseñanza te dejó toda esta terrible experiencia?

Fue una experiencia brava, inolvidable. Posiblemente haya querido llamar la atención para que nosotros realmente le demos lo que ella pide, que es un lugar adecuado para estar con sus hijos que los ama. Yo el día antes de encontrarla había bajado los brazos, porque no sabíamos por dónde seguir buscando, pero por una hermana sacas fuerzas de donde no tenés.

-¿Agradecimientos?

De agradecer no me voy a cansar nunca. A la comunidad, el municipio, medios de comunicación y bomberos que siempre estuvieron a disposición nuestra, aunque no los dejaban actuar en un principio. También a un policía de La Clarita que nos ayudó en la búsqueda en todo momento, aun estando en horario fuera de servicio.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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