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Si son semanas mejor, pues se trata del principal instrumento de gobierno. Sin embargo, de poco valen las mejores intenciones y esperanzas a la luz de lo ocurrido con los últimos presupuestos y leyes impositivas. La urgencia -vaya a saber por qué- se impuso invariablemente a la importancia.

Quienes formamos parte de la vida provincial, más allá de los intereses políticos a favor, en contra o neutros, alentamos la legítima aspiración de conocer el contenido del proyecto de presupuesto: en qué se gastarán los dineros públicos, cuáles serán las obras, de qué manera se prestarán los servicios, qué se piensa de la educación, cómo se garantizará la seguridad, de qué manera se responderá a la atención de la salud, qué pasará con los salarios de los trabajadores del Estado, entre otras inquietudes.

Cubierto de neblina

Es muy difícil que el ciudadano de la calle acceda a las respuestas que cada uno de esos temas (y más de un centenar de ellos) le plantea a diario. El informe oficial dirá que cualquier ciudadano puede acceder al proyecto de presupuesto a través de internet. Y es cierto. Se lo publica en páginas digitales. Pero hay que ser especialista para encontrarlo y entenderlo.

Este es el recurso que ideó en su tiempo, hace 45 años, el gobierno militar del brigadier Favre: enredar el presupuesto limitando el acceso sólo a los técnicos. Hasta el lenguaje teórico de los presupuestos dista del habla común de la gente.

Los gobiernos democráticos -de cualquier signo- siguieron la corriente. ¿El presupuesto? Aquí está. Y a quien preguntaba le arrimaban un mamotreto inentendible. Con el paso de los años lo subieron a internet y asunto concluido. Tan indescifrable como antes para el hombre común, insisto.

El individuo que sostiene el presupuesto es el que necesita saber el destino de su aporte. Y no hablo sólo del contribuyente que paga inmobiliario, ingresos brutos, sellos, guías, etc., sino del más pequeño, el anónimo, el que compra un paquete de yerba o un kilo de harina. Ese también contribuye y no se entera porque su impuesto está metido en el precio.

De tal modo, procurar que los presupuestos estatales sean accesibles al común de la gente, no es exagerado. Los técnicos manejan elementos que pueden simplificar términos, números y cuadros para explicar el destino de fondos que son de todos, no de un grupo reservado, por más que a sus integrantes se los haya elegido en comicios legítimos.

La Constitución indica que “el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes”, pero hace a la seriedad y la responsabilidad de los mismos y el respeto por sus representados, aclarar qué vota y por qué vota. Y si estudió lo que ha votado.

El Estado 45% más caro

Del presupuesto provincial 2015 aún no se han revelado detalles. Los conocen algunos legisladores oficialistas porque el ministro Valiero y sus colaboradores realizaron durante la semana una reunión informativa, pero no trascendieron mayores datos.

Se sabe, de todos modos, que el presupuesto aumentará un 45% respecto del que está en vigencia. El gobierno niega la inflación, pero se ajusta a los números reales. De tal manera ha previsto gastos por 43.000 millones de pesos que cubrirá con recursos calculados en 41.545 millones (pesos más, pesos menos). Entonces habrá un déficit de 1.455 millones de pesos. Alguien tendrá que pagarlo, se verá de qué modo. En una cifra aproximada se estimó el año pasado el déficit de 2014 y todo indica que al término del ejercicio será superior.

Ha trascendido asimismo que el proyecto en cuestión no ha previsto aumento de salarios, tema conflictivo si los hay. No se duda que esto generará protestas en gran escala. Por lo pronto ATE y AGMER expresarán su reclamo mediante un paro y cortes de rutas el próximo viernes, medida adoptada antes de trascender aspectos del venidero presupuesto.

Por otra parte, como será inevitable que a fin de año o al comenzar el próximo se dispongan aumentos de salarios, poco cuesta entender que el déficit será mucho mayor.

El presupuesto dará mucha tela para cortar. Muy importante será que los legisladores se dediquen a estudiarlo en profundidad y a entregar a la gente la información precisa y clara.

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