-¿Cuál es la situación del sector a nivel país?
-Independientemente de que se tomaron medidas para el sector de carne bovina con respecto al quite de retenciones y la modificación del tipo de cambio, que podrían mejorar las condiciones de competitividad con respecto a los vecinos en las importaciones, son decisiones que venía solicitando el sector empresario frigorífico desde hace tiempo. En los hechos, no notamos muchas mejoras, que sí se van a poder ver a largo plazo, porque entendemos que todavía no se han modificado otras cuestiones que no pasan por las decisiones políticas del país.
El mundo se encuentra retraído en relación a los precios; seguimos teniendo dificultad en el tipo de cambio con nuestros competidores, como Brasil, que sigue devaluando. La cuestión interna tampoco ayuda en varios factores, como el clima, los aumentos de servicios y el precio de valor en pie del animal respecto al de otros países; son factores que no van a mejorar a corto plazo.
Dentro de ese contexto, la situación sigue siendo de preocupación; hay empresas que están trabajando bien y otras que no lo están haciendo normalmente, como el frigorífico PGE. Como trabajadores no podemos decir que se nos esté incumpliendo en algo, porque a partir del ingreso de los nuevos accionistas se nos ha pagado en tiempo y forma, más allá de algunas discusiones que hemos tenido y se han solucionado, pero es una empresa que tiene una faena de entre 500 y 600 animales y estamos faenando tres días a la semana como mucho con una capacidad de entre 100 y 250 animales.
O sea, la situación no ha cambiado mucho a lo que hemos pasado en 2015.
-¿Pudieron cobrar las vacaciones que les adeudaban desde 2014?
-Sí, las hemos cobrado hace dos semanas, luego de un tiempo prolongado y distintas gestiones por parte del sindicato. Era una situación excepcional y el sector político entendió que era una retribución que se merecían los trabajadores de la planta, y el compromiso que se asumió desde el gobierno provincial con respecto a las autoridades salientes y entrantes se cumplió, así que en ese sentido somos agradecidos.
-¿Hubo despidos en el sector?
-En el departamento hemos tenido despidos en el sector avícola, pero no despidos masivos, sino desvinculaciones que se dan siempre en esta fecha, más relacionadas a cuestiones de incumplimiento, faltas o rendimiento que no tienen que ver con una crisis. Despidos masivos no hemos tenido, sí es cierto que estamos expectantes con lo que pasa con la cuestión económica; esperamos que esto se revierta porque la situación no es fácil. El sector de trabajadores a los que representamos tiene una pérdida adquisitiva muy importante y eso genera los roces lógicos en la discusión paritaria que estamos teniendo.
-¿Se esperaba una suba tan pronunciada de la carne en diciembre como la que hubo?
-Es que a partir de las decisiones políticas que se tomaron no se podía esperar otra cosa. Nosotros no es la primera vez que lo decimos, por un lado el valor de la carne en Argentina sigue siendo bajo en relación a otros países; pero también es cierto que nuestra cultura no es igual respecto al consumo que tenemos por habitante, sobre todo en la carne bovina, entonces se hace una producción que tiene que estar a valor accesible para la población, cuestión que hoy no ocurre. Nosotros entendemos que hay que atacar la intermediación; hay un valor determinado de pie de hacienda, un valor que sale del frigorífico y a partir de allí nos encontramos con márgenes de ganancia en supermercados o en algunos negocios que no son los márgenes normales, sino muy altos. Solucionando el inconveniente de la intermediación puede estar en valores razonables para la población y los empresarios ganando un margen normal de cualquier negocio, porque a veces no es un 20 o un 30 por ciento de ganancia, sino en algunos casos se ha llegado al 100 o al 200 por ciento. Eso hay que regularlo con políticas y controles del Estado.
-Vamos al plano político. Pertenecés al Justicialismo, fuiste candidato suplente a senador departamental en las últimas elecciones ¿Cómo ves al FpV en estos momentos?
-Se dan distintas realidades a las cuales los peronistas nos tenemos que aggiornar. Uno sigue siendo peronista y trabajando por la justicia social donde le toca. Entiendo que se tiene que dar una renovación en la manera de hacer política y darle más vida al partido, que en los últimos años no se le venía dando. Hay muchas cuestiones por discutir puertas adentro y tratar de llegar a las próximas elecciones con un candidato que salga del consenso dentro del partido y en eso se está trabajando.
-¿Qué pensás de la situación de la expresidente, implicada en varias causas judiciales?
-Tiene que actuar la justicia. Lo que uno espera es que la justicia trabaje y decida; es la que va a tener que juzgar nos guste o no. Hablar antes de que se expida es hablar sin información.
-Más allá de que la palabra de la justicia es primordial, ver que personas cercanas al anterior gobierno están en una financiera contando esa cantidad de dólares en pleno cepo, es fuerte?
-Sí, es fuerte ver que se cuenta esa cantidad de dinero en esa época. No sé si es tan raro en una financiera. Pero creo que hay que darle un corte: si se hicieron mal las cosas, el que las hizo mal, que pague. Aunque también es cierto que no se puede tapar con eso las buenas cosas que se hicieron. Nosotros como trabajadores, lógicamente no vamos a estar de acuerdo con un corrupto que quita recursos a un trabajador, pero hay que valorar las cosas buenas que se hicieron. Los funcionarios, políticos y la propia presidente, si hicieron algo mal deberán pagar como cualquier ciudadano.
-¿Cómo lo ves a Pablo Canali en su rol de senador?
-Con Pablo tengo muy buena relación; estamos trabajando juntos en el departamento. Lógicamente si lo acompañé es porque me sentía cómodo; él fue quien me convocó a pesar de que venimos de partidos distintos.
-Finalmente, ¿cómo lo ves al Presidente Macri?
-Creo que las medidas que se tomaron se debían tomar también por Scioli o Massa si llegaban al gobierno. Había cuestiones desvirtuadas que había que corregirlas; no estoy de acuerdo en la forma que las aplicó Macri en este caso. Nosotros lo venimos discutiendo por ejemplo en las cuestiones salariales; si uno venia negociando un aumento promedio del 30% en los últimos cinco años, discutía ese porcentaje porque el trabajador tenía subsidiados distintos servicios, algo que hoy no existe, y eso tiene que ver con el poder adquisitivo.
Creo que la decisión de shock que se tomó tendría que haber ido acompañada de decisiones político-sociales en resguardo de esos sectores; no se puede quitar el poder adquisitivo al trabajador por una decisión política para que al país le vaya bien a futuro, y a la vez sacarle la retención a sectores que han hecho fortuna en los últimos 12 años. No hubo equilibrio en ese sentido.
Después, creo que hay que respetar la voluntad popular respecto a lo que se votó; somos respetuosos de eso. Acompañamos las políticas que se implementen en beneficio de la población y criticamos las que no están acordes a eso.
-¿Estarías de acuerdo con una Ley Antidespidos? Macri ya anunció que la va a vetar en caso de que se apruebe.
-Es necesaria hoy, porque en una situación de esta naturaleza, cuando se da libertinaje, el sector empresario tiene un cierto abuso; en Argentina siempre el hilo se corta por lo más delgado, cuando a veces no es necesario. Por las ganancias que han tenido en años anteriores pueden tener espalda para mantener unos meses más, o por un año, a la espera de que la situación económica mejore o que los inconvenientes que hay en estos momentos desaparezcan. Yo creo que la ley es necesaria, o bien tiene que haber una situación mucho más firme del gobierno nacional respecto a los despidos y a regular todo lo que debe regular el Estado. Cuando perdemos la regulación del Estado se benefician los más poderosos.
