En el censo municipal de 1882, los registros muestran que Don Policarpo (padre) cuenta con 72 años, de nacionalidad argentina, es viudo y se dedica al comercio. Formó parte del grupo de hombres que impulsó la creación de la Biblioteca Fiat Lux en 1876 y también en 1882 se desempeñó como Director de la Escuela Graduada de Varones, una de las escuelas públicas de Colón.
A fin de enero de 1883 Policarpo de Elía (hijo) es nombrado secretario de la corporación municipal durante una de las intendencias de Miguel Sabatier, contaba entonces con 20 años.
En el año 1886 Don Policarpo de Elía (hijo) se desempeña como gerente del Club Colón, lugar de sociabilidad donde los señores se reunían para fraternizar, discutir de política y distenderse en el billar. El Club Colón fue fundado en 1882 por integrantes de la Logia Masónica Cristóbal Colón. Funcionó durante muchos años en el hoy Club La Unión, luego se trasladó a un local alquilado en la actual esquina de Urquiza y Alem hasta su disolución definitiva al promediar la década de 1970.
Al mismo tiempo, Don Policarpo de Elía (hijo), siendo Presidente de la Biblioteca Popular Fiat Lux, se dispone a preparar los festejos que se llevarán a cabo por los diez años de la creación de la Biblioteca, el 9 de agosto de 1886, en una velada literaria musical con la presencia de los vecinos, autoridades y una orquesta del Uruguay.
Finalizando el año, el 1 de noviembre se le comunica que ha sido nombrado jefe segundo de la Oficina del Registro Civil. Un mes después, Don Policarpo de Elía (hijo) era elegido Presidente Municipal por 205 votos. Asumió el 3 de enero de 1887, al día siguiente escribió al Jefe de Policía del Departamento, Don Dalmiro Seoane: Tengo el agrado de comunicar que me he hecho cargo del puesto de Gefe del Departamento Ejecutivo de esta municipalidad en las elecciones del 5 de diciembre pasado. En cuyo puesto me hago un deber en ofrecerle mis servicios esperando que en adelante reine la armonía que debe existir entre los dos principales del departamento. Policarpo de Elia hijo.
A poco de asumir en su cargo y ante la gravedad de la epidemia del cólera y la proliferación de otras enfermedades infectocontagiosas, Don Policarpo, resolvió que Habiéndose establecido el Lazareto en la isla de San Francisco y existiendo ya en él algunos cuarentenarios, en uso de las facultades conferidas por el HCD, el jefe del Departamento Ejecutivo decreta: Art1. Queda interrumpida toda comunicación con la Isla San Francisco. Art.2. todo cuarentenario que evite la cuarentena y las personas que violen la incomunicación les será aplicada multa de 200 pesos. Art.3 la multa es extensiva a toda persona que oculte en su casa un cuarentenario huido.
Vale aclarar que los Lazaretos, inicialmente, eran lugares de confinamiento para aquellos que tenían la enfermedad de Saint Lázaro, es decir para los leprosos, sin embargo ante el advenimiento de otras epidemias contagiosas se utilizaron y crearon establecimientos para alojar a aquellos que debían guardar cuarentena. En 1886 y sobre todo en islas del Río de la Plata se establecieron estos sitios de confinamiento de acuerdo a lo estipulado por la Dirección Nacional de Lazaretos.
Hacia fines de enero de 1887, Don Policarpo parte hacia Paraná, con el objetivo de gestionar ante el gobierno de la Provincia la sesión a esta municipalidad de la casa fiscal ocupada por las oficinas municipales. Una vieja temática de la que se tuvieron que ocupar los anteriores presidentes municipales, debido a las demoras incurridas por el gobierno de la provincia para efectivizar dicha disposición. Durante la ausencia de Don Policarpo, a partir del 31 de enero, quedó encargado de la intendencia Don Ángel Antonini, quien ocupaba la presidencia del HCD.
Don Ángel Antonini se desempeñará como Presidente Municipal provisorio hasta el 19 de abril de 1887, momento en que se le informa a Don Jaime Corbella que en las elecciones del 17 del corriente ha resultado electo para el cargo de Presidente municipal.
*Se aclara el término hijo junto al nombre de Policarpo de Elía, porque de ese modo aparece en todos los registros municipales y en la propia signatura del Presidente Municipal, para diferenciarlo de su padre con quien comparte el mismo nombre.
