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Los jóvenes elisenses Juan Rivero (27) y Natalia Beredala (33) tienen discapacidad física e intelectual y, aunque no siempre vivieron en contextos sociales adecuados a sus necesidades, representan ejemplos claros de superación e integración incluso hasta en el ámbito laboral.

A partir de un trabajo consecutivo y progresivo llevado adelante en la Escuela Integral Nº 29 Centenario, son los primeros en lograr este año hacerse socios de una cooperativa municipal de trabajo que se desempeña en los espacios públicos de la ciudad haciendo tareas de jardinería.

Ellos, con los conocimientos y las prácticas que adquirieron en el vivero de su establecimiento educativo, realizan barrido, riego, limpieza de canteros, plantado y repique de plantines a la par de sus compañeros y perciben mensualmente una remuneración económica por sus servicios.

Ambos asisten de lunes a viernes a la mañana a trabajar y dos veces a la semana por la tarde concurren a la escuela, hasta que se les pueda extender la certificación laboral del taller que cursaron.

Un trabajo consecutivo y progresivo

"Los chicos generalmente a los 10 u 11 años ingresan a los talleres de orientación laboral ocupacional, donde se les brinda un abanico de actividades en jardinería, cocina, panificación, carpintería y manualidades para que ellos elijan y ahí los vamos evaluando, viendo sus capacidades, potenciales e intereses para ver hacia donde se van inclinando", cuenta la terapista ocupacional de la escuela integral, Cecilia Nan.

Una vez concluida la primera etapa, "a los 14 años pasan a los talleres de formación laboral ocupacional, que ahí es donde realmente ellos tienen una inclinación por una actividad en particular y en base a eso se hace la formación propiamente dicha".

La profesional, a su vez, comenta que "actualmente tenemos el taller de jardinería que salen con una certificación laboral de auxiliar. Justamente Nati y Juan estuvieron cursando este taller e hicieron en dos períodos de tres meses sus prácticas educativas vocacionales ocupacionales en el municipio y después vino la inserción laboral a través de la Cooperativa de Trabajo Parques Elisenses".

A modo de balance de estos primeros meses de trabajo, expresa que "nosotros desde la escuela hacemos un seguimiento y vemos que ellos están felices y muy integrados al grupo, porque hemos tenido muy buenas repercusiones de los responsables de la cooperativa que nos comentan que tienen un desempeño fantástico".

Cecilia Nan, además, recuerda que "todo se basa en un proyecto institucional de estructura modular que está dividido en módulos por capacidad, potencial y limitación para que dentro de su discapacidad puedan llegar a desarrollar dos módulos por ejemplo, porque no todos pueden completar todas las etapas y entonces los certificamos hasta donde lleguen".
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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