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Soy de la ciudad de Villa Elisa y escribo para hacer conocer públicamente un caso que me ha tocado vivir hace un mes y medio. El 15 de abril a las 16.30 salgo de mi casa de calle Castelli 2060, a buscar a un pequeño de un año y medio para su cuidado. En el trayecto de Castelli sale un perro raza pitbull de la casa 1855 que al cruzar a mi lado se da vuelta y me muerde el glúteo derecho, luego me salta a la cara -que gracias a Dios puse mi brazo por delante y solo alcanzó a morder mi muñeca y el dedo meñique de la mano izquierda-, en tanto sale el vecino con su señora a auxiliarme al escuchar mi pedido de socorro, el perro también alcanza a morderme bajo una mama y el abdomen en cercanías al ombligo.

Inmediatamente vecinos que se acercaron al lugar sacaron al perro que seguía intentando morderme y me trasladaron al hospital de la localidad, donde me realizan las curaciones correspondientes y detectan que las heridas pasaban a ser más que graves. Más tarde me acompañan familiares a realizar la denuncia en la comisaria de esta localidad, sin tener noticias del dueño del perro. Los inspectores municipales se encargan de darle aviso al propietario, pero no apareció. Los medios de comunicaciones locales y regionales trataban el tema, pidiéndole al dueño que se haga cargo y se presente. Luego de cuatro días este individuo se hace presente en mi domicilio pidiendo las disculpas del caso y anunciando que se haría responsable de la situación, ofreciendo una suma de dinero por parte de su amigo que lo acompañaba para que retire la denuncia y deje las cosas en su lugar. A los dos días me envió una carta documento negando las acusaciones de mi parte y afirmando que él no me adeudaba nada (inyecciones antitetánicas, antibióticos, medicaciones para los pánicos y miedos, etcétera).

La denuncia siguió vía judicial, en este lapso desde la Municipalidad de Villa Elisa me informan que había sido intimado para que registre el perro, pues así fue, pero registraron el can a nombre de otra persona. Luego se cita al supuesto propietario del pitbull a una mediación a la cual no se presenta. La municipalidad no se responsabiliza de nada, el dueño tampoco. Mientras tanto he perdido días de trabajo. He perdido la seguridad de transitar por las calles de la ciudad. No sé con quién hablar ni a quién recurrir. Mi abogado me acompaña incondicionalmente sin cobrarme un centavo, porque sabe mis luchas diarias. Soy madre y padre de una niña de 11 años. Vivo como Dios me ayuda. Y nadie me da una repuesta. Si ese perro hubiera mordido a un funcionario, a una persona de la alta sociedad, ya no estaría más, y los dueños estarían presos (aunque no pretendo llegar a esos extremos).

Parece que están esperando que un perro mate a una persona para tomar los recaudos necesarios. Les pido encarecidamente que me ayuden y den a conocer el caso, porque es la única manera que los políticos se muevan. Es la única manera que me escuchen y escuchen a la ciudadanía que está pidiendo que hagan algo con los perros peligrosos.

Ahora me pregunto, ¿contra quién sigo la demanda para que se responsabilice del hecho, contra la persona que registró el perro o contra la Municipalidad de Villa Elisa que sabiendo del hecho aceptó registrar el can, sin realizar las averiguaciones correspondientes.

No voy a parar hasta que se tomen medidas con este y todos los perros peligrosos de la ciudad, porque solo quien fue mordido ferozmente sabe lo que se siente. Afecte a quien le afecte y digan lo que digan.

Griselda Faure
DNI 20.257.364
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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