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Esta iniciativa surge ante la necesidad de proteger y difundir la variedad de ejemplares de la flora nativa local.

El camino de ingreso posee sectores de interés, donde se forman humedales con una variedad de especies propias de estos ambientes. En años anteriores siempre se intentó cortar el pasto con motoguadaña para que se viera visualmente más prolijo, pero esta práctica se torna dificultosa y costosa, atentando además contra el desarrollo natural de las especies del lugar.

Por tales motivos, se decidió no cortar más el pasto y se colocaron carteles explicativos sobre el medio ambiente de la zona y sus especies. Allí se pueden encontrar ceibos, sauces criollos, sarandíes, senecios, achiras y cyperus, entre otras especies.

En los campos lindantes se pueden observar algarrobos, ñandubay, coronillos, talas, espina amarilla, molles, chal chal y espinillos y, asociadas a ellos, trepadoras como cabello de ángel y jazmín del monte. Mientras que en el predio del balneario también se cuenta con una gran variedad de especies vegetales, como árboles, arbustos, trepadoras y herbáceas que, por ser especies higrófilas, crecen naturalmente a la vera del arroyo Perucho Verne.

La vegetación nativa aporta un valor agregado al atractivo turístico, por la convivencia con innumerables especies de aves y mariposas que siempre son bienvenidas por los visitantes.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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