Una vez cumplida la etapa de evaluación, "después llegó la confirmación con la información de los días y lugares de actuación para ratificar o rechazar mi presencia y tuve la suerte que me tocara en lo mío, que es el básquet adaptado".
Sus funciones fueron las de un asistente de entrenamiento y del local de competencia. "Tenía que estar con los atletas antes del partido cuando entran en calor en una cancha que está al costado del estadio, después llevarlos hasta el estadio mismo a la presentación de los equipos y estar detrás del banco de suplentes secando la cancha, para que siempre esté en perfectas condiciones: fue un lugar privilegiado y una experiencia emocional muy fuerte", sintetiza para El Entre Ríos.
Respecto a los mejores momentos del evento deportivo, "hubo emociones muy fuertes por ver a los jugadores del básquet adaptado que realmente son de NBA de la cintura hacia arriba, después en natación hay cosas extraordinarias cuando se ve a personas sin miembros inferiores o superiores haciendo los cuatro estilos y mucha emoción también por ver ciclismo de ciegos, así que fueron emociones constantes que fui viviendo por la lucha de cada familia que está atrás".
Al ser consultado si se cumplieron sus expectativas, responde: "fui buscando aprender cuestiones técnicas y tácticas del básquet adaptado para aprender, pero me traje más de experiencia de vida por la parte emocional de todo lo que viví. Igualmente se dio la oportunidad de conversar con el técnico brasileño y de contarle lo que estábamos haciendo en Villa Elisa en la escuela de iniciación deportiva adaptada, para ver si vamos por el buen camino".
