En sus momentos libres comenzó a desmalezar el predio para luego arreglar grietas y pintar la ermita. Además, colocó cadenas que sectorizan la nueva parquización y un cartel que anuncia el nombre de la virgen.
De esta manera, el lugar quedó en óptimas condiciones y el domingo a la madrugada fue visitado por las personas que peregrinaron a pie hacia Arroyo Barú.